La creciente ola de despidos de trabajadores del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria local, en lo que se advierte se trata del vaciamiento del organismo federal, pone en jaque los controles fitosanitarios en la frontera con Paraguay.
Así advirtieron este jueves varios de los ocho trabajadores despedidos del Senasa que trabajaban en Clorinda, y que poco antes de fin de año se les comunico que estaban despedidos.
Uno de los echados clorindenses, Alejandro, dijo que desde hace cinco años estaban contratados y se semestralmente se le venía renovando el vínculo con el organismo, y con una misiva general se les informo el día 29 de diciembre último que dejaban de pertenecer al Senasa.
Expuso que desarrollan una tarea estratégica como la de técnicos barreristas en el control sobre ruta nacional 86, ya que su trabajo se trata del “resguardo de la sanidad agrícola y alimentaria del país”, en especial en una zona de frontera con sectores permeables como la asignada a estos. Es que sin una “férrea custodia puede ingresar cualquier plaga que pone en riesgo la salud de la población y la producción nacional”, alertan.
“Nosotros teníamos turnos diarios de trabajo por doce horas, incluso hasta tenemos que poner plata nuestra para determinadas labores ante la escases de recursos del organismo. Por tanto sacrificio tener que recibir esta noticia es muy triste porque no nos merecemos, y nos genera mucha angustia y preocupación”.
El secretario general de ATE Formosa, Néstor Vázquez, dijo que el Senasa es el “lugar más emblemático que testimonia esta actualidad de despidos de trabajadores a partir de una virulenta política nacional, nefasta y de enorme sufrimiento para el pueblo”.
“Estamos solidarizándonos con los compañeros despedidos, ocho de ellos de Clorinda, ante esta estrategia nacional de meter miedo a la clase trabajadora, nos quieren sumisos y sometidos”, denuncio.
Se mostro conteste con la denuncia de “vaciamiento” en el Senasa y la grave advertencia en la liberación de los controles fitosanitarios en la frontera con Paraguay, como se denunciara también en la vecina Chaco, donde al igual que nuestra ciudad la movilización se concentró en la vereda del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria donde recientemente se notificaron 138 despidos arbitrarios e ilegales, entre ellos 16 correspondientes a la regional Chaco – Formosa, algunos trabajadores con hasta 15 años de antigüedad en el puesto.
“De esta manera, con estos nuevos despidos que responden a la política del gobierno nacional de ajuste y achicamiento del Estado, se desfinancian y desfuncionalizan áreas esenciales como el Senasa a través del cual se garantiza la salud alimentaria de los argentinos”, señalaron.
Chaco tenía cuatro barreras sanitarias para controlar todo el alimento, lo que entra y sale de la provincia, mientras que hoy sólo queda el del puente interprovincial General Belgrano.
Además se prevén cerrar oficinas del interior. “Es muy grave lo que están haciendo, están poniendo en riesgo la salud alimentaria y la soberanía agroalimentaria del país, por ejemplo, todo lo que entra por la frontera de Paraguay no está siendo controlado”, explicó el referente chaqueño de ATE Senasa, Luis Alberto Meza.
El sindicato advirtió que los trabajadores despedidos cumplían funciones claves para garantizar la salud alimentaria de todos los argentinos para lo cual fueron capacitados durante años. “Están vaciando a la institución y dejándola sin funciones que son fundamentales para garantizar la seguridad alimentaria de los argentinos, por eso el mensaje es también hacia toda la ciudadanía, que sepan que están poniendo en riesgo su salud y la de sus familias”, concluyó Meza.