Desde el ministerio de Desarrollo Humano de la provincia se aconseja tener en cuenta una serie de factores y de cambios para lograr que la nutrición de los más pequeños en verano siga siendo la adecuada.
“Después de meses de colegio, de rutinas establecidas, de hábitos conseguidos, las vacaciones se presentan como el momento de la libertad. Ha llegado el tiempo de disfrutar, las normas se relajan, hay mayor permisividad… Pero no hay que olvidar que los niños han de mantener unos hábitos alimentarios saludables también durante el verano. Hay que adaptar los menús a una época en la que sus necesidades son muy diferentes a las de los meses escolares”, explicaron desde el área de nutrición del sistema de salud pública provincial.
Dijeron que durante estas fechas, el calor provoca que niños y adultos tengan menos ganas de comer o que no les apetezcan grandes cantidades de comida, porque el organismo necesita menos aporte calórico, pero ello no significa que se alimenten mal si los padres se aseguran de brindarles una dieta rica en proteínas, nutrientes y vitaminas”, aseguraron.
Por otro lado, mencionaron que aunque lo conveniente es mantener el horario de comidas establecido a lo largo del año también podemos introducir cierta relajación.
Los profesionales en nutrición insisten en que hay que mantener hábitos saludables durante todo el año y procurar que los desórdenes lógicos de estas fechas repercutan de manera negativa en la nutrición de los más pequeños.