El ministro de Desarrollo Humano, José Luis Décima, verificó en terreno las acciones tendientes a reforzar el sistema sanitario en localidades del oeste provincial donde se prevén inundaciones.
“Estamos trabajando en un plan de contingencia para mitigar los efectos negativos que puedan devenir de la crecida de los ríos. Es un fenómeno natural que año a año produce daños de distinta índole en las comunidades alcanzadas por las aguas, pero estamos aquí para acompañar y contener a las familias que habitan estas zonas”, expresó el funcionario.
“Tenemos directivas del gobernador Gildo Infran de poner en marcha todo tipo de estrategias y acciones en beneficio de la comunidad. Si bien una de nuestras premisas es estar siempre al lado del pueblo, en estos casos redoblamos esfuerzos con compromiso y solidaridad para ayudar a nuestros comprovincianos”, aseguró el titular de la cartera sanitaria provincial.
A su vez, Décima coordinó acciones con los equipos médicos y dispuso la entrega de valiosos elementos como motocicletas para los agentes sanitarios de centros asistenciales cercanos a la zona de riesgo, brindando de este modo otra alternativa q facilite la llegada a la gente.
En la jornada, se realizaron controles de salud en las comunidades, entrega de medicamentos recetados, vacunaciones, entrega de leche, entre otras cosas.
En cada uno de los centros de salud y nosocomios de referencia en el oeste formoseños, Décima conversó con los profesionales y se interiorizo de primera mano sobre las posibles necesidades de la población con vistas a estar preparados ante cualquier eventualidad en caso de que continúe la crecida del río Pilcomayo. Asimismo, el funcionario a cargo del ministerio de Desarrollo Humano provincial, constató que la provisión de medicamentos enviados desde la capital sean las adecuadas para dar respuesta adecuada a los pacientes.
Formaron parte de las acciones una serie de charlas dirigidas a la comunidad y la vacunación de los equipos de salud, así como la aplicación de la dosis contra la Hepatitis B en niños.
Además, en conjunto con otras áreas del Gobierno provincial, el ministro Décima verificó las instalaciones en zonas altas que están acondicionados para recibir a familias afectadas por la crecida del río.
Finalmente, el ministro dejó apostado en el lugar previsto para las evacuaciones, una unidad de catástrofe y otras ambulancias que integran el sistema integrado de emergencia y catástrofe (SIPEC), como otra de las medidas de refuerzo para evitar imprevistos.
En consecuencia, Décima aseguró que se garantizará todo lo necesario para estar “más que preparados» para brindar asistencia a las cerca de 14 mil personas que residen en las zonas indudables del oeste provincial.