El subsecretario de Recursos Naturales, Ordenamiento y Calidad Ambiental, Hugo Bay, destacó que la importancia de las audiencias públicas ya que «lo que se resuelve en ese marco está concretamente en el instrumento del estudio de impacto ambiental», el cual es validado por el Estado y la sociedad civil.
Primeramente se refirió a la suspensión de la audiencia pública prevista para este martes 6 de marzo donde se iba a analizar el estudio de impacto ambiental del proyecto de la Central de Biomasa que se instalará en el Polo Científico y Tecnológico. «Tal como se anunció, teníamos previstas dos audiencias públicas. Una para el 6 de marzo que fue suspendida y la otra para el 12 de este mes en Las Lomitas, la cual se mantiene», indicó.
Explicó que la del día 6 «fue suspendida a través de una resolución que dictó la autoridad de aplicación, el Ministerio de la Producción y Ambiente, ante una presentación que realizó la empresa que propone la construcción de esta Central», señalando que la firma «planteó que tienen pensado hacer unas mejoras de eficiencia tecnológica en la planta, como así también en cuestiones vinculadas a la optimización de los recursos naturales a ser empleados».
En ese sentido, el funcionario provincial valoró la realización de las audiencias públicas, diciendo que su importancia radica en «el análisis del estudio del impacto ambiental que tiene que realizar cada proponente de un proyecto, ya sea el Estado provincial o las empresas, para que antes de que se le otorgue la licencia ambiental del mismo se analicen los impactos tanto positivos como negativos que pueda tener esa iniciativa», marcando que en el caso de que haya impactos negativos se estudie cómo se prevé reducirlos o minimizarlos.
Consideró que «el estudio de impacto ambiental pasa a ser el instrumento fundamental que motiva la convocatoria a la sociedad civil, es decir a la población, de manera que ésta venga y se interiorice acerca de qué es lo que se pretende hacer».
Tras remarcar que estas audiencias «son abiertas a la sociedad», el doctor Bay advirtió que «hay quienes, desde una apreciación ligera, dicen que no sirven porque no son vinculantes. En realidad, quienes sostienen esto hacen un análisis superficial de la cuestión porque no tiene nada que ver con el objetivo de una audiencia pública, ya que ésta busca evitar que de un día para el otro aparezca un proyecto que no fue analizado seriamente y que la sociedad se vea sorprendida sobre una iniciativa sobre la cual no había tomado nota».
La realización de estas instancias, comentó, «ya arranca desde el año 1992 a partir de una cumbre muy importante que se hizo y que está considerada aún hoy como la mayor conferencia o encuentro internacional sobre ambiente que fue Eco Río ’92, donde los ambientalistas le pidieron a los Gobiernos que antes de hacer una obra convoquen a la sociedad para justamente evitar la sorpresa».
«Antes de eso, se realizaron un montón de obras en el mundo cuyas consecuencias fueron nefastas porque no se las analizó y no se le dio intervención a la sociedad que tiene mucho para aportar desde el punto de vista social y hasta incluso también técnico porque desde una lógica distinta te plantean los inconvenientes que no son analizados debidamente por el Estado», significó.
Finalmente reiteró que «son muy importantes las audiencias públicas. Lo que se resuelve en ese marco está concretamente en el instrumento del estudio de impacto ambiental que es una herramienta jurídica, que después cualquier particular puede demandar a aquel que no cumplió con ese estudio que fue validado por el Estado y la sociedad».