El licenciado Lucas Rodríguez, dió su parecer sobre la implementación de la Tarjeta Alimentaria, afirmó que la misma «no va salir de los cauces que ya se viene viendo en materia de política provincial, esta vez, en conjunción con políticas del Estado Nacional», a la vez que analizó la economía nacional.
La Tarjeta Alimentaria genera optimismo en el crecimiento del consumo, el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, afirmó que la tarjeta «promueve la economía popular y la agricultura familiar, impulsando el desarrollo local y regional». El Gobierno nacional apunta a reducir los índices de pobreza y reactivar el consumo.
Formosa no será ajena a este alcance, desde provincia se está trabajando en cuestiones operativas para que pronto las familias formoseñas puedan acceder a este beneficio que se nutrirá de las bases de datos del ANSeS, para determinar quiénes están en condiciones de percibir el beneficio.
En este sentido, el licenciado Rodríguez, afirmó que se percibe un clima de esperanza en la sociedad, ya que esta decisión política aminorará el estado de emergencia que se vivía en la Argentina hasta diciembre del año pasado, «estas políticas que se orientan a lo social están destrabando esta situación de crisis alimentaria que se estaba viviendo, eso hace que la gente -por lo menos en esta transición económica- pueda tener un sustento y estabilidad hasta que se estabilice la macroeconomía».
«A todas luces, el Modelo Formoseño es un modelo que se empieza a replicar a nivel nacional, es un orgullo para los formoseños, y es un orgullo contar con el gobernador Gildo Insfrán, quien tuvo la capacidad estratégica de visualizar este modelo de desarrollo económico, social y político para Formosa que hoy empieza a dar sus frutos del Bermejo para abajo», continuó.
Puso en valor la importancia de la conducción de Insfrán, » que los argentinos empiecen a reconocer en el gobernador Insfrán un político de fuste, que tiene la capacidad, que tiene sobre todo el espíritu de orientar la política hacia el bien común».
Sobre el control de las tarjetas alimentarias, Rodríguez comentó que no será dificultosa su implementación ya que existe una dinámica de trabajo establecida, la cual permitirá un buen mecanismo de trabajo con Nación, «el ordenamiento de esta tarjeta no va salir de los cauces de lo que ya se viene viendo en materia de política provincial, esta vez, en conjunción con políticas del Estado Nacional».
Planes Sociales por trabajo en las escuelas
El Gobierno Nacional presentó la iniciativa «Argentina Unida por la Educación y el Trabajo» por la que beneficiarios de planes sociales trabajarán refaccionando escuelas, ante esta nueva medida, el licenciado indicó que «es una política pública para aplaudir, es fundamental para volver a reactivar la economía popular, en este caso serán los trabajadores de la economía popular quienes van a contribuir con su esfuerzo a la reconstrucción de obras estratégicas que va a promocionar el Estado Nacional».
Vaticinó que la iniciativa «va a motorizar el consumo de la economía nacional, hará que no solo impacte de lleno en la economía familiar, sino que también en lo que va ser la reactivación de la economía de las pequeñas o medianas empresas, y de la clase media en general también, habrá un impacto directo e indirecto en la dinamización de la economía en general».
Deuda externa
Por otra parte fue consultado sobre la deuda externa que tiene el país, aseguró que «es la espada de Damocles» y que la clave será esta estabilizar la macroeconomía, «de acá a marzo va haber una situación de mucha negociación política con los acreedores internacionales, con el Fondo Monetario Internacional, con los tenedores de bonos privados».
«Estas negociaciones permitirán diseñar un plan económico a nivel nacional que permita sustentar las bases de un modelo de desarrollo que vuelva a pensar en el crecimiento, en el empleo, en la producción y no en un modelo especulativo que lo que hacía era priorizar las ganancias de las rentas financieras por encima de la economía real», contundente.
Para finalizar hizo hincapié en que «la Argentina tuvo un presidente que trabajó en función de los intereses extranjeros, un coordinador de políticas antinacionales que fijaba el interés de la usura internacional por encima de los intereses de los trabajadores argentinos».