El licenciado Julio Arroyo, responsable del Departamento de Inmunizaciones del Ministerio de Desarrollo Humano, subrayó que continúa desarrollándose la campaña de vacunación antigripal en toda la provincia.
Se lleva adelante una estrategia de vacunación escalonada, que comienza en una primera etapa por la aplicación a personas de 65 años en adelante, mujeres embarazadas y niños y niñas de 6 a 24 meses. Luego se continuará con personas de 2 a 64 años con factores de riesgo.
“Estamos trabajando de sol a sol, como todos los formoseños y las formoseñas, con el mismo objetivo de reducir al mínimo la posibilidad que este virus COVID-19 ingrese a la provincia”, comenzó diciendo el profesional.
Apuntó que “estamos en un año particular que no se parece en nada a años anteriores debido a la pandemia por COVID-19, por eso a nivel nacional todas las jurisdicciones estamos trabajando buscando a las personas que pueden ser más dañadas por los virus de la época de invierno”, aclarando no obstante que “la vacuna antigripal no previene la infección por coronavirus”.
“Queremos llevar tranquilidad a la gente, por eso decimos que las vacunas son y seguirán siendo aplicadas a las personas que pertenecen a los grupos de riesgo para virus influenza o de la gripe, no para COVID-19”, señaló Arroyo.
Certificó que “las vacunas han llegado y tenemos disponibilidad, pero primero estamos buscando a mayores de 65 años, embarazadas y niños de 6 a 24 meses”.
“Las personas que tengan otros factores de riesgo como enfermedades autoinmunes y crónicas como asma, diabetes, etcétera, también tendrán su vacuna, van a llegar y vamos a estar avisando por todos los medios cuándo los vacunaremos y en qué lugares”, apuntó.
Hizo notar que “tampoco las personas podrán venir todas juntas a inmunizarse porque la situación epidemiológica en este momento no lo permite, con lo cual los vacunatorios tendrán ciertos horarios y cupos limitados para todos los días”.
En ese sentido, recalcó que “no hay mejor manera en estos momentos de estar protegidos que estando en las casas, adaptándonos a las medidas higiénico-ambientales como el frecuente lavado de manos, el uso de barbijos, el distanciamiento social, entre otras”.