En el marco de la XX edición de la Feria del Libro, y en la apertura del espacio que lleva su nombre, se ofreció un homenaje a la memoria y trayectoria del profesor Ramón Francisco “Tigre” Giménez.
El acto tuvo lugar en el Galpón C del Paseo Costanero, y contó con la presencia de su esposa y sus hijos Juan y Karina, además de otros familiares y amigos que llegaron desde distintos puntos del país para acompañarlos.
Giménez fue Maestro Normal Nacional, Medalla de Oro en 1961. Profesor en Filosofía y Ciencias de la Educación. Docente en instituciones educativas de Nivel Medio y Superior. Director de Planeamiento Educativo. Subsecretario de Cultura y Educación (1974) y Ministro de Cultura y Educación de la Provincia de Formosa entre los años 1983-1985.
También, fue diputado nacional, Delegado Normalizador de la UNaF, Ministro de Gobierno, Justicia y Trabajo, Diputado provincial, y de destacada importancia autor de la Ley Nacional del Cine, la Ley Nacional del Teatro, la Ley Nacional de Libre Circulación de Obras de Arte y en el 2003 presidente de la Honorable Convención Constituyente. Falleció en el año 2021.
Alfredo Jara, ex subsecretario de Cultura de la provincia lo definió como un formoseño de ley, consecuente con sus palabras, defensor del federalismo, que “legó a los argentinos, no solo a los estudiantes y docentes de la universidad, leyes trascendentes”.
En diálogo con Agenfor recordó su activa participación en el impulso de la Ley Federal de Cine, en la Ley de Mecenazgo que quedó luego sin ser legislada. “Un hombre comprometido con la cultura, la identidad y un peronista de ley. Era un tipo macanudo, muy cuidadoso y recto, era bravo, mi amigo, por ende, no se permitía equívocos ni yerros, peleaba con uñas y dientes por Formosa” ahondó.
Con la emoción a flor de piel, sus hijos Juan y Karina Giménez agradecieron el reconocimiento para su padre y manifestaron el orgullo por el importante legado que dejó.
“Estamos cosechando su siembra, dejó raíces muy fuertes en Formosa en el ámbito de la cultura y la educación, es un orgullo porque nuestros hijos están viendo lo que era su abuelo, seguramente estará muy feliz de que se esté hablando de él en un ambiente como este” señaló Juan.
Karina, por su parte expresó que “la vida nos consuela, sentimos demasiado su ausencia, era el eje de nuestras vidas, esto de recoger solo gratitud y cariño de alumnos, colegas, quién no recuerda a El Tigre” precisó y destacó el enorme aporte que realizó su padre en los aspectos educativos y culturales de la provincia.