Desde el 3 al 7 de octubre, la provincia se adhiere a esta propuesta que apunta a desterrar los mitos sobre esta enfermedad milenaria, que actualmente es curable en un 100% y de tratamiento gratuito.
Esta campaña, que se repite cada año, tiene por objetivo dar a conocer la enfermedad a la comunidad y, principalmente, desterrar los mitos y creencias que giran en torno a la enfermedad.
Asimismo, apunta a fomentar la consulta temprana para quienes presentan lesiones o sintomatología asociada a la lepra, a concientizar que es una enfermedad curable, de tratamiento gratuito y que cuando más temprano es el diagnóstico, disminuye la probabilidad de secuelas que puede causar.
La provincia de Formosa, cuenta con el Programa Provincial de Control de Lepra, que trabaja en conjunto con los hospitales y centros de salud, tanto de la capital como del interior para llevar adelante el abordaje de esa enfermedad.
A lo largo de esta semana, los equipos de salud profundizan la concientización a la comunidad, mediante la difusión de información y entrega de folletos explicativos.
El responsable del mencionado programa, el médico Hugo Recalde, comentó que actualmente en la provincia se encuentran en tratamiento 63 pacientes, de los cuales 19 residen en la ciudad capital y el resto están distribuidos en distintos puntos del interior.
Al respecto, recordó que la lepra es una enfermedad transmitida por una microbacteria y su principal vía de contagio es por vía respiratoria. “Cuando un paciente que está infectado con el bacilo, que está sin diagnóstico y sin tratamiento, entra en contacto con otra persona por un tiempo prolongado -más de 20 horas semanales-, puede ocurrir el contagio, si esta otra persona es susceptible al bacilo, es decir, si tiene sus defensas bajas frente a ese bacilo”, explicó.
El dermatólogo amplió, sobre eso, que “la persona debe tener una predisposición especial para contraer la enfermedad y que, mayoritariamente, la población posee defensas naturales contra la lepra. De 100 personas, 95 tenemos el bacilo, pero no desarrollamos la enfermedad y en ese pequeño porcentaje restante, que no tiene ningún tipo de defensas, el cuadro se va agravando”.
Remarcó que, “no todos los enfermos contagian y que, además, los pacientes que están diagnosticados e inician el tratamiento con la medicación, dejan de contagiar automáticamente”, aseverando que, ese es uno de los puntos clave, por los cuales es fundamental el diagnóstico y tratamiento oportunos.
“Ante la detección del paciente positivo se estudia a los convivientes, que generalmente son los familiares, justamente porque son quienes más tiempo pasan con la persona y a quienes hay que hacerles el análisis para descartar, o bien, para confirmar los posibles contagios”, describió sobre el procedimiento que se realiza.
Síntomas
Se manifiesta, comúnmente, con manchas en la piel que pierden sensibilidad al frío, al calor y al dolor. “Si advertimos estos síntomas, lo importante es no tener miedo, no dejar pasar el tiempo y hacer rápidamente la consulta al centro de salud o al hospital más cercano al domicilio”, afirmó Recalde.
“El diagnóstico temprano permite el tratamiento adecuado y la curación total de paciente. A su vez, cortar la cadena de contagio y evitar las discapacidades que la lepra puede provocar, disminuyendo las posibles secuelas que pueden presentarse. El tratamiento es ambulatorio y no requiere internación”, aseguró.
Mitos y creencias
Recalde señaló que, por un lado, mucha gente sigue asociando a la enfermedad con el relato bíblico del castigo divino; mientras que otros, creen que la enfermedad desapareció, sin embargo “es una enfermedad vigente”.
“Muchas veces, por desconocimiento o falta de información, las personas con síntomas, no hacen la consulta y cuando esto sucede ese paciente corre el riesgo de que la enfermedad se agrave a nivel de la piel, neurológico y otros. Si no recibe el tratamiento oportuno y adecuado, la lepra es una enfermedad crónica, que puede agravarse en forma lenta e inclusive desarrollar complicaciones, tales como insuficiencia renal o hepática, por ejemplo”, indicó.
No obstante, insistió que “actualmente” es una enfermedad “que se cura” ya que “contamos con medicamentos capaces de inactivar el bacilo, hasta eliminarlo por completo junto con la enfermedad, durante el tratamiento que es de aproximadamente un año”.
En relación a lo anterior, puso de resalto que el sistema público de salud, en nuestra provincia, lleva adelante un abordaje completo de la enfermedad “de manera totalmente gratuita”. Esto incluye, la consulta, atenciones, el estudio de diagnóstico (baciloscopía o biopsia), el tratamiento, incluida la medicación; más el seguimiento y el alta.