El presidente del bloque de Diputados del PJ, Agustín Samaniego se refirió debate sobre el rol de en las sociedades y su relación con el sector privado, durante los tiempos de pandemia.
En ese orden, expresó que “en primer lugar, la historia económica del mundo ha demostrado que en los países donde más creció el sector privado fue en aquellos que cuenta con Estados fuertes y políticas activas para fomentar la inversión, la producción, el consumo y el empleo”.
De esa manera, cuestionó: ¿Alguien puede dudar de la potencia del sector público estadounidense, chino, alemán o japonés?”, agregando que “son Estados que han invertido muchísimos recursos públicos en investigaciones, desarrollos y proyectos que fueron, luego, la base para el desarrollo del sector privado”.
Afirmando que “este mismo proceso puede observarse en la Argentina, donde los períodos de mayor desarrollo del sector privado se dieron durante gobiernos que promovían un Estado activo, con políticas públicas de defensa de la producción y el consumo nacional”.
A modo de comparación, el legislador señaló que “por el contrario, cuando el Estado se achicó con políticas neoliberables, cerraron miles de empresas y se perdieron decenas de miles de puestos de trabajo privado”.
Mencionado que esto ocurrió durante las dictaduras militares “pro mercado”, durante los 90, y especialmente durante el periodo entre 1999 y 2002 cuando cerraron 37.820 empresas en el marco de políticas que achicaron el sector público para desarrollar el sector privado.
Samaniego, añadió que durante 2003 y 2015 la dinámica fue muy distinta, porque mientras el Estado recuperaba su rol de articulación social y económica de manera activa, 230.228 empresas privadas abrían sus puertas en la Argentina, creando más de tres millones de puestos de trabajo en el sector privado.
Consideró, además, que “el discurso neoliberal “pro mercado” que enfrenta lo público con lo privado volvió a mostrar su falsedad durante el gobierno de Macri. En ese orden apuntó que “durante su gestión, que decía promover al sector privado “liberándolo” de las trabas del Estado, se fundieron más de 25 mil PYMES y se perdieron más de 114.000 puestos de trabajo. Y todo este desastre lo generaron sin estar en pandemia”.
En cuanto a la historia de Formosa, afirmó que “demuestra que el desarrollo integral requiere de un Estado presente, con políticas activas para fomentar el crecimiento de todos los sectores de la comunidad, articulando esfuerzos entre el sector público y privado”.
En ese sentido, explicó que “en efecto, durante la vigencia del Modelo Formoseño, la cantidad de empresas privadas creció en un 45,6%, mientras que el empleo privado lo hizo en más del 100%”.
De ese modo, sostuvo que “es indudable que la pandemia del COVID-19 generó estragos en todas las economías del mundo, y Formosa no es una excepción”. No obstante, indicó que “a partir de políticas públicas activas para el sector privado se mitigó la pérdida de empleos en 2.020, y se inició una clara recuperación del sector privado durante el año 2.021, con un importante impulso de las inversiones públicas”.
“La historia, los datos económicos y la realidad actual desmienten los discursos cargados de prejuicios en contra del sector público y de su positiva articulación con el sector privado”, aseveró Samaniego.
Por último, el diputado justicialista remarcó que “el análisis es aún más sesgado si se quiere reducir el proceso transformador del Modelo Formoseño a la simple muestra de lo vivido durante la crisis mundial del Covid-19”.
“Los datos desnudan a los desnudan a los relatos y la única verdad es la realidad”, concluyó.