El director del Instituto Universitario Formosa (IUF), el ingeniero Miguel Alonso Torres, puso en valor los avances en el marco del convenio firmado con el Programa Soberanía Alimentaria Formoseña.
Cabe recordar que el pasado mes de mayo, se llevó adelante la firma de dicho acuerdo entre el IUF y el Programa, el cual engloba la alianza estratégica que promueve el Gobierno provincial entre la educación, la producción y el trabajo.
A través del mismo, los estudiantes producirán las semillas para el ciclo agrícola 2023, como así también la siembra de cultivos para el próximo año; a su vez estimativamente en octubre se comenzaría con la producción de semillas para el verano siguiente, teniendo en cuenta que cada ciclo demora aproximadamente seis meses.
Otras acciones en beneficio de los productores están contenidas en este acuerdo y apuntan a mejorar aún más las formas de producción y generar una producción escalonada que asegure un volumen sostenido de frutas verduras y hortalizas que, sumado a un precio justo para el consumidor, permitirá garantizar alimentos de producción local que progresivamente sustituya lo que ingresa de otras provincias.
“Estamos abordando diversas acciones como el montaje, el mantenimiento y el uso de los sistemas de riego por goteo; el control biológico de enfermedades y el manejo post cosecha para prolongar la calidad de los productos”, señaló Alonso Torres en declaraciones recogidas por AGENFOR.
En ese sentido, explicó que “las temáticas van variando a través del año”, ya que “el manejo del cultivo de invierno no es igual que en el verano”.
Y a modo de ejemplo mencionó el manejo del agua, los sombrajes, el aireado de los cultivos, entre otras cuestiones sobre las que se brindarán capacitaciones a los productores desde el IUF, también poniendo énfasis en incorporar lo recepcionado en las ferias desde los consumidores.
A su vez, subrayó que “son 20 los estudiantes de la Cátedra de Producción Frutihortícola que participarán en este marco, al igual que dos profesores que van a estar supervisando a los alumnos, a los que se suma el equipo técnico en una acción articulada”.
“La integración entre las instituciones educativas, los técnicos y el sector productivo no se predica, tenemos que practicarla cada día”, resaltó, por último.