“Las inundaciones del rio Pilcomayo este año dejaron mucho más que centenares de personas damnificadas. Mostraron que la naturaleza indomable del río Pilcomayo, solo, está construyendo un nuevo canal hacia la Argentina”, advierte un informe acerca de este nuevo escenario que ha generado el curso aguas arriba de territorio formoseño.
Una investigación de Miguel Escalante que estuvo en la zona, publicado por el diario salteño “El Tribuno”, transcribe la opinión de caciques que habitan los parajes bolivianos de las localidades de Crevaux, D’Orbigny y los asentamientos o misiones de pueblos originarios de Las Moras y El Sauce.
Todos los entrevistados aseguraron que este año el río derribó las únicas barrancas que contenían las crecientes del Pilcomayo en su margen derecha, a la altura de Las Moras, las aguas desbordadas derribaron los asentamientos y anegaron todos los campos circundantes.
Fue advertido que “esta vez no solo hubo anegamiento, sino que el río construyó un canal violento hacia la Argentina que alcanzó los terraplenes de la ruta 84 boliviana, que circula paralela al límite con nuestro país, en la zona que las dos naciones comparten la región chaqueña”.
El wichi Basilio López aseguró que “el río está cambiando su curso de a poco y que cada vez amenaza ingresar a la Argentina por el norte del territorio salteño”.
Consultado acerca de las consecuencias de este movimiento hídrico, el cacique memorizo y dijo que “siempre que el río amaga pasar por algún lugar, finalmente lo hace”.
«Hace veinte años vivíamos en las barrancas del paraje El Sauce. Hoy esas barrancas ya no existen, casi están al nivel del río, o sea el río se fue levantando solo y ya no tiene barrancas en este lugar», recordó.
Revelo que “si el Pilcomayo ingresa por el canal que está intentando construir naturalmente a la altura de D’Orgbiny las aguas inundarían las poblaciones bolivianas y crearían en el Chaco salteño colindante esteros o bañados comunicados y alimentados por el propio río y que con el tiempo podrían quitarle el caudal al Pilcomayo aguas abajo”.
Se indica que “el escenario demuestran la veracidad de la observación de los antiguos habitantes de las riberas del indomable Pilcomayo y a la vez advierten a los dos países colindantes y a la República del Paraguay sobre inminentes o posibles conflictos limítrofes y estratégicos derivados de un fenómeno natural al que el Pilcomayo tiene a las tres repúblicas casi acostumbradas”.
Ese fenómeno hídrico casi único en el mundo es la especialidad de este río: el atarquinamiento. Es decir se colmata con sedimentos su lecho hasta nivelarlo, luego se baña e incluso llega a desaparecer en algunos lugares.
El curso superior cambió varias veces
Se sabe que a mediados del siglo pasado el Pilcomayo superior abandonó su curso y emigró hacia el sur.
En 1933 el río se volcó hacia Argentina y abandonó el límite internacional siguiendo por el hoy llamado cauce seco del Pilcomayo hasta la laguna Parantina.
Las enciclopedias aseguran que este cauce está sin agua desde 1933, cuando se produjo la división del cauce superior al este de Fortín Nuevo Pilcomayo formando un estero norte y uno sur que se reunían en el estero Patiño.
En el ’45 el estero Norte capta la totalidad del río, que forma el bañado de Tinfunké en Paraguay. A partir de 1964 se formó el bañado La Estrella, en territorio argentino, desaguando el río en ese estero, dejando de fluir hacia territorio paraguayo, lo que inició la desecación del estero Patiño.
A partir de 1975 el mayor caudal de aguas se trasladó de uno a otro lado.
En 1980 Formosa, construyó los canales de derivación Chañar Bayo I, II y III que derivaban parte de las aguas de desborde a territorio argentino, pero hacia 1980 las inundaciones hicieron que esos canales captaran la totalidad de las aguas generando un conflicto diplomático que llevó al cierre de los canales entre 1981 y 1982.
Tras un acuerdo bilateral se llevó adelante el Proyecto Pantalón, por lo que en 1991 fueron inaugurados dos canales, uno del lado argentino y otro del paraguayo, para derivar lateralmente las aguas y los sedimentos en el punto de taponamiento del cauce.
Un nuevo canal paraguayo fue inaugurado en 1993 para asegurar un reparto equitativo de las aguas. El canal argentino se taponó en 1995 haciendo que la mayor parte del caudal fuera del lado paraguayo, por lo que en 1997 se habilitó el canal Farías, que provocó el desecamiento del paraguayo y su traslado a una nueva embocadura aguas arriba en 2009.
Esta nueva obra generó el desecamiento del canal argentino que desemboca en el bañado La Estrella.
El antiguo cauce nunca fue hallado
Desde la provincia de Formosa un informe advirtió hace unos años que si se pretendiese remover con elementos mecánicos los sedimentos que obstruyen los acceso normales de los desbordes hacia territorio formoseño se necesitarían 20 millones de viajes de camiones cada uno de ellos con capacidad de transportar 6 metros cúbicos. El informe indica por lo tanto que el río Pilcomayo nunca desembocó en un cauce único y que el mismo década a década fue cambiando, aunque los cambios más violentos se están viendo en estos días.
En las dos últimas décadas se fue dando luego un rápido proceso retractivo del cauce por entarquinamiento, es decir por su propia colmatación y el retroceso de las aguas por este fenómeno.
Ese retroceso del cauce convirtió en frontera seca a una amplia zona limítrofe de Formosa con Paraguay, razón por la cual la frontera entre los dos países a esa altura de Formosa fue demarcada con la utilización de 167 hitos, es decir mojones metálicos que están ubicados a cada 2.500 metros de distancia uno con otro.
En 1937 y 1938 comenzó a trabajar la comisión de límites entre ambos países y no pudieron encontrar, entonces, vestigios acerca de dónde se localizaba el antiguo cauce del río Pilcomayo.
En virtud del historial hídrico del indomable río no es descabellado el temor de los aborígenes ribereños, quienes sin más ciencia que la observación están previniendo a los países miembros de la cuenca lo que graficara el cacique wichi Basilio López: “Por donde amaga un año, por ahí pasa las siguientes décadas”.