En la primera jornada de su gira por el extremo oeste del territorio que lo llevo a visitar localidades y comunidades del departamento Ramón Lista para llevarlos beneficios del programa “Por nuestra gente, todo”, el gobernador Gildo Insfrán manifestó que trabaja los 365 días del año para llevar los beneficios que mejoren la calidad de vida de todos los formoseños y que “nada ni nadie nos va a hacer desviar del camino que hemos trazado todos juntos y que nos permitirá seguir construyendo para grandeza de la provincia y para la felicidad de nuestro pueblo”.
Destaco el valor que para esa región del territorio ha adquirido la presencia permanente del estado que realizo obras esenciales que nunca hubiese sido encaradas por la actividad privada que siempre visualiza las ganancias por obtener y que le asigna prioridad a la renta económica.
El mandatario respondió de ese modo al reconocimiento de caciques, docentes y pobladores de María Cristina-punto inicial de la gira que se extenderá hasta este jueves inclusive- por la disponibilidad del servicio de electricidad durante las 24 horas así como el de agua a los que se suman a las escuelas modernas de los distintos niveles de la educación, centros de salud y la posibilidad de conectarse con el resto de la provincia , el país y el mundo a través de la Internet , hecho que es posible porque hasta ese alejado punto del territorio ubicado a poco más de 600 kilómetros de la capital, los pobladores cuentan con los beneficios de la red de fibra óptica.
“Estas son obras de la política y de un gobierno que, a diferencia de los que sustentan el neoliberalismo como ideario, privilegia la rentabilidad social por sobre la económica, pensando fundamentalmente en el desarrollo y la evolución de la persona humana”, significó.
Indico el gobernador que estas son cuestiones que no son valoradas en su verdadera dimensión en los grandes centros urbanos, tal el caso de Buenos Aires, porque allí todo ya está realizado y no los sorprende que se celebre en una comunidad que en cada casa se abran los grifos y salga agua o se apriete una llave y se encienda la luz.
Trajo a colación el tratamiento burlón que se le otorgo a una ceremonia religiosa en la que un pastor había orado por su persona, señalándose en los medios porteños que
Insfrán había sido endiosado para aclarar que “se trata de respetar la convicción religiosa de cada comunidad y de entender de que se trata de ceremonias que no son personales sino que están dirigidas a todos los presentes y que alcanzo, en sus plegarias, hasta al propio presidente”.
“Pero nunca lo van a entender porque ellos son ateos”, sostuvo a propósito de las rogativa del obispo auxiliar wichi que recreo sus oraciones basadas en sus deseos que buena venturanza para las autoridades visitantes.
El mandatario evoco, asimismo, cuando en la década del 80 realizara sus primeras visitas a esos territorios próximos a la frontera con Salta y Paraguay,sobre todo porque había demanda comunitaria por las aguas del río Pilcomayo en el contexto de una realidad preocupante que en ese entonces encontró respuestas en el proyecto Pantalón.
“Por entonces no ingresaba agua y después ya llego en exceso”, dijo para fundamentar de ese modo la diligencia constante que lleva a cabo la provincia con sus propios recursos para mantener limpias las correderas fluviales y solidas las defensas que permiten el encauzamiento del río y la protección delas comunidades.
“Mantenerlo encauzado al Pilcomayo nos lleva a invertir millones de pesos que provienen del tesoro provincial ya que desde que esta el actual gobierno nacional no hemos recibido ayuda alguna”, expreso.
Durante el acto en María Cristina hizo entrega de una embarcación moderna para facilitar la tarea de los técnicos y operarios de Vialidad Provincial que tienen establecida una base en el punto terminal del río, recordándose a Benedicta Almirón, cuya valentía y compromiso se pondero junto con el acto de servicio que le costó la vida cuando operaba una anfi-draga para garantizar el ingreso de agua a territorio formoseño.