Una buena evolución exhibe los sembradíos hortícolas y cucurbitáceos de productos para el autoconsumo, además de maíz y algodón, que forman parte del programa agrícola que el estado provincial desarrolla en comunidades aborígenes de la provincia.
El ministerio de la Producción y Ambiente junto al Instituto PAIPPA, el ICA y los municipios, de manera coordinada trabajan en poblaciones indígenas de todo el territorio apuntalando estas labores agrícolas.
Por ejemplo los pequeños productores de colonia aborigen en la jurisdicción de Misión Tacaaglé destacaron el muy buen estado de sus plantaciones de algodón y su producción para autoconsumo familiar de mandioca, batata y poroto.
Aunque meses antes, en esta y otras regiones del centro-oeste provincial, en diferentes comunidades rurales pobladas por familias aborígenes se ejecutaron las tareas de laboreo del suelo y mejoras en instalaciones intraprediales, a fin de avanzar en las explotaciones productivas agropecuarias.
Explico el titular del ICA, Esteban Ramírez, que en comunidades de la jurisdicción de Pozo del Tigre y en Campo del Cielo tiene continuidad el fortalecimiento de las producciones agropecuarias, a quienes se prepararon los suelos, se les hizo entrega de semillas y rollos de alambre.
Las acciones llevadas adelante son el resultado de “una decisión política del gobernador Gildo Insfrán de trabajar con las comunidades aborígenes, como Cacique Coquero, Tierra Nueva y La Invernada”, sostuvo. Fue significado que el objetivo de la ayuda brindada por el gobierno es “la inserción de la producción de las comunidades aborígenes al mercado local.”
Explicó que “esta política de acompañamiento incluye también una capacitación sobre el uso de herbicidas y otros avances tecnológicos para que puedan mejorar la producción.
En este sentido puso en valor que en los difíciles tiempos que corren es de vital importancia que estas comunidades puedan contar “con una chacra o una huerta que los ayude para su alimentación diaria, lo que hace que la producción sea sustentable”. Aclaró que “la preparación del suelo es de media hectárea por productor “, en la cual se sembraron sandia, zapallo en sus diferentes variedades y maíz”.