El empresario Cristian Verwimp, dueño de una Pymes de gestión privada que operó en el mercado local durante 30 años había cerrado sus puertas en septiembre del 2018, ante el adverso contexto económico nacional dejando a muchos empleados sin trabajo, reconoció que la oportunidad brindada por el gobierno provincial a través de la subsecretaría de Desarrollo Económico le permitió poner nuevamente en marcha la Pymes maderera.
Para contextualizar su dilatada experiencia en el mercado local Verwimp, trazó un recorrido histórico desde los inicios de la empresa maderera mencionando que en sus inicios había funcionado como aserradero. Luego a través de la industrialización se había transformado en una fábrica de pisos de madera que eran exportados a los 5 continentes.
Siguiendo con la trayectoria empresarial explicó que posteriormente se anexó una fábrica de muebles convirtiéndose una “Pymes muy bien organizada y tecnificada que funcionaba bastante bien hasta estos últimos 4 años., cuando por problemas de paridad cambiaria se vieron obligados a cerrar con el ciclo de exportaciones.
El empresario detalló que ante esa nueva realidad y para paliar la situación fueron transformándose en una fábrica de muebles en cajas que vendían a las grandes cadenas, apuntando de esta manera al mercado interno.
Relató “así fuimos remándola hasta septiembre del 2018, ya que en los últimos 3 años hubo una caída terrible del mercado interno y no pudimos sostener la parte comercial de nuestra firma y cerramos la planta industrial de 5.000 m2 provisto de tecnificación y líneas automáticas y muchísimos empleados quedaron también sin trabajo”.
Un nuevo comienzo
Verwimp aclaró que hasta el cese de la actividad comercial en el 2018 su firma había sido de corte netamente privado ya que nunca habían trabajado con el estado provincial.
Explicó fue entonces cuando se acercó a la subsecretaría de Desarrollo Económico para ponerse a disposición de cualquier emprendimiento que quisieran hacer a futuro. Comentó que la respuesta del gobierno no tardó en llegar resolviéndole un problema estructural muy grande y sentando los cimientos para un nuevo comienzo.
Dejó en claro que de parte del estado “no hubo condicionamiento alguno y desde ese momento me hicieron partícipes del proyecto del rediseño del kit de mobiliario escolar. Por ello, se mostró sumamente feliz al contar que le toca el rol de producir 2500 kit para la estación de secado y especificó que a través de ellos se logrará “unificar la calidad, de allí en más se generará una red de distribución mediante el cual el estado dará a cada consorcio o pequeña carpintería para su posterior armado y entrega.”
Finalmente reconoció que están en una etapa de inicio muy próspera y afirmó “estamos en pleno desarrollo, con muchas ganas y nuevas esperanzas por ser parte de este proyecto y con posibilidades de concretar otros relacionados con las aberturas sociales.”