Los accidentes domésticos son una de las primeras causas de mortalidad infantil y de problemas graves para la salud de los niños, sobre todo de los menores de 5 años. Los más habituales son: caídas, quemaduras, ahogos, envenenamiento y atragantamiento.
Sin embargo, pediatras del ministerio de Desarrollo Humano formoseño recuerdan que “la mayoría de ellos pueden evitarse mediante los cuidados necesarios y la permanente vigilancia de los adultos que se encuentran a cargo de los niños”.
Los lugares en los que se producen con mayor frecuencia son el domicilio, sus alrededores y la vía pública. Los niños son extremadamente curiosos, tienen muchas ganas de investigar y conocer su entorno desconociendo el riesgo que ello puede tener. En las primeras edades les gusta copiar lo que hacen los mayores
Al respecto, los especialistas indican “que los niños nunca deben quedarse solos, sin el cuidado de los padres u otro adulto” y que si por ejemplo “tienen que dejar a un bebé solo, colóquelo en la cuna, nunca sobre el cambiador, la cama, o un sofá sin protección”.
La prevención de accidentes en el hogar debe comenzar en el dormitorio del niño. Los barrotes de las cunas deben tener altura suficiente. El colchón debe tener el tamaño adecuado, sin permitir que queden espacios en los bordes. Evitar el uso de colchones excesivamente blandos, las almohadas y también cubrirlos con sabanas o colchas excesivamente pesadas.
Todos los enchufes contar con medidas de seguridad. Las ventanas deben permanecer cerradas con dispositivos de seguridad y no se deben colocar estanterías o repisas sobre la cuna o la cama. Los juguetes deben cumplir las normas de seguridad en cuanto a su tamaño, el de sus piezas y a los materiales utilizados en su fabricación, y ser adecuados para su edad. Los niños pequeños (sobre todo los menores de 3 años) no deben acceder a los juguetes de los hermanos mayores.
Los dormitorios de los adultos constituyen otro lugar de riesgo, ya que por ejemplo los cajones de la mesa de luz suele tener medicamentos y otros objetos que no están protegidos y son muy accesibles. Muchas de las intoxicaciones infantiles se producen por ingestión accidental de medicamentos. Para evitarlas, los medicamentos deben guardarse en su envase original, en un lugar fuera del alcance de los niños.
La cocina es otro de los lugares de la casa donde las posibilidades de accidentes en los niños son muy frecuentes. En este lugar de la casa, en general ellos pasan mucho tiempo junto a los adultos y allí se ven tentados por hacer variadas cosas que les resultan interesantes. Una de las sugerencias es que los muebles donde se guardan los productos de limpieza deben tengan cierre de seguridad. Nunca se deben guardar productos tóxicos en envases diferentes de los originales, ya que pueden confundir al niño haciéndole creer que son bebidas.