Con un marcado sentido de pertenencia, el pesebre, máximo símbolo de las festividades navideñas, se plasma en los hogares de las familias formoseñas.
Es que la representación del nacimiento de Cristo es la costumbre más importante de las celebraciones navideñas porque a través de él se representa el acontecimiento que dio inicio a la era cristiana, con la llegada del Salvador.
A través del pesebre o nacimiento, cada familia contempla la esencia del amor representada por la Sagrada Familia (José y María junto al Niño Dios) en un establo acompañados por el calor de unos animales y varios pastores.
En ese sentido, bajo el lema «Navidad, tiempo de encuentro y celebraciones del pueblo formoseño», la Dirección de Patrimonio Sociocultural organizó una recorrida por distintos y atractivos pesebres armados en la ciudad capital, como por ejemplo en la Costanera, la Casa de Gobierno, sede del Poder Ejecutivo Provincial (PEP), la Jefatura de la Policía Provincial, entre otros.
La licenciada Graciela Buiatti, directora del mencionado organismo, explicó que «tenemos un evento que lo llamamos ‘encuentro y celebración del pueblo formoseño en Navidad, donde hacemos el recorrido de varios pesebres, por ejemplo el que está en la plaza de las Dos Banderas del Paseo Costanero, el instalado en el hall de la Casa de Gobierno, en la Comisaría 1° de la Policía, terminando con el pesebre del Museo Juan Pablo Duffard».
«La idea es ver cómo celebra nuestro pueblo la Navidad», resaltó la funcionaria.