Desde la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Formosa, se solicitó al Consejo Profesional de la Abogacía y también a nuestros Senadores Nacionales que no acompañen el Proyecto de Ley por el cual se le otorga a la Federación Argentina del Colegio de Abogados (Faca) el control de la matrícula para los letrados que quieran litigar en el fuero federal.
Esta iniciativa fue impulsada por el diputado del Frente Renovador Raúl Pérez, se trata de un proyecto que generó fuertes polémicas y provocó además divisiones al interior de los bloques, incluso en el propio oficialismo, y fue rechazada además, entre otros, por el Colegio Público de Abogados de la Capital Federal.
Tras varias idas y vueltas, el proyecto -que recibió dictamen finalmente la semana pasada- propone delegar la coordinación en el otorgamiento de la matrícula federal y el control disciplinario de su ejercicio a la Faca
En tanto, en el caso de las provincias donde no existiere colegiación legal de los abogados y hasta tanto la misma se implemente, será la Faca quien otorgue la matrícula.
Para el Ombudsman Provincial, no es cierto que este proyecto permita que «sean los propios abogados quiénes asuman la responsabilidad de velar por el prestigio del ejercicio profesional y la custodia de los intereses públicos vinculados con el desempeño de los abogados, a través de sus propias instituciones», según los fundamentos esgrimidos, puesto que en la realidad la fiscalización sobre la actuación de los abogados en los distintos foros, salvo excepciones, no es realizada como tendría que ser.
Se podrá discutir y estar de acuerdo o no con la Comisión de Justicia, pero lo cierto es que Organismos como FACA y otros siempre se encuentran influenciados políticamente y no existe ningún fundamento para que una Asociación Civil privada tenga injerencia en una Institución Publica y de esta manera se está atentando contra la Constitución Nacional ya que no ha habido una participación de los interesados, se encarecerá el servicio de justicia y por ahora, lo mejor que puede suceder es dejar las cosas como están, ya que en el medio del otorgamiento de una matrícula federal existen muchos otros factores que no han sido tenidos en cuenta en este proyecto y toda centralización tanto “de caja”, como de inscripciones y de sanciones disciplinarias no es bueno por los motivos antes expuestos.