Durante dos jornadas la coordinadora del Centro Regional Chaco-Formosa del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, INTA, ingeniera Diana Pietra, realizó visitas a tres Centros de Validación de Tecnologías Agropecuarias (CEDEVA) en compañía de los integrantes de su equipo técnico en el marco de un convenio interinstitucional rubricado a mediados de este año para trabajar conjuntamente en acciones y programas que resulten beneficiosos para los componentes de los distintos estratos productivos, sobre todo el de los medianos y pequeños.
Acompañada por el ingeniero Jorge Balonga, titular del CEDEVA, estuvo primero en Ibarreta donde se impuso sobre la actividad que despliega el Laboratorio de Aguas Suelos y Forrajes dotado de moderno equipamiento tras lo cual desplegó actividades en Las Lomitas donde se impuso de los trabajos que allí se ejecutan y finalmente en Laguna Yema donde presidió una reunión a la que se sumaron los integrantes del INTA de Ingeniero Juárez.
Allí fue conformada una mesa de trabajo para definir las actividades conjunta con CEDEVA dirigidas a los departamentos Ramón Lista, Matacos y Bermejo con lo que se pone en marcha lo que fuera acordado a mediados de 2016 con la rúbrica de un convenio de cooperación.
Se informó que las partes coincidieron en que lo más preponderante en esta etapa es la definición de los trabajos específicos para esos tres departamentos del oeste formoseño.
Quedó determinado que en marzo del año que viene volverán a encontrarse los equipos técnicos del INTA de El Colorado y CEDEVA con la presidencia de la ingeniera Pietra en las instalaciones del CEDEVA de Misión Tacaaglé con lo que se dará inicio a una nueva etapa de la relación bilateral entre estas dos instituciones que cumplen un rol clave para la evolución de los distintos segmentos productivos de la provincia.
Se destacó que aunque fue en julio de este año que se firmó el acuerdo formal para trabajar conjuntamente, los CEDEVA vienen trabajando desde hace varios años con el INTA de Ingeniero Juárez cuya instalación en el denominado Chaco Semiárido fuera gestionada por el gobernador Gildo Insfrán.
El complejo es parte de un ambicioso proyecto que incluyó la construcción de una escuela agrotécnica y un centro de servicios para que en esa región del oeste exista tecnología productiva de punta, que se encuentra en franco progreso.
Oportunamente, el INTA y la provincia habían firmado un convenio de cooperación firmado que incluye la cesión en comodato por parte de Formosa de un predio de 1.000 hectáreas destinadas al campo experimental.
Se reconoce que la decisión política del gobernador de promover la instalación del INTA de Ingeniero Juárez ratifica su visión en el sentido de que el conocimiento es la herramienta esencial para promover los procesos de transformación.
Hay coincidencia en que en la actualidad para ser competitivos debe apelarse a tecnologías que puedan ser eficiente en términos económicos pero también que tengan criterios de sustentabilidad ambiental con lo cual esta complementariedad de factores trabajadas desde el máximo organismo de tecnología del país sin dudas que favorecerá enormemente al desarrollo de la región.