Maniobras fáciles que se pueden aplicar para salvar vidas ante emergencias en la vía pública, en el trabajo o en la escuela.
Un taller teórico-práctico sobre reanimación cardiopulmonar (RCP) básica se realizó en el hospital distrital 2 de Abril de esta ciudad, del cual participaron pacientes, vecinos de la zona y profesionales de la salud, bajo una modalidad que apunta a difundir en la comunidad este tipo de maniobras que ayuda a salvar vidas en situaciones de urgencia.
Acerca de las temáticas abordadas en la ocasión, explicaron que “se trabajó sobre RCP básico, que son maniobras fáciles de aprender por cualquier persona y se pueden aplicar en el momento que sea necesario para salvar vidas, por ejemplo, en la vía pública, en el trabajo, en la escuela”.
A lo largo de la mañana se sucedieron las exposiciones a cargo de especialistas, quienes de forma práctica charlaron con los presentes, evacuaron dudas y con el uso de herramientas audiovisuales y muñecos hicieron más didácticas la presentación de los temas.
Salvar vidas
En la oportunidad, se aseguró que la reanimación cardiopulmonar efectiva aumenta entre 2 y 3 veces la posibilidad de sobrevida de una víctima de paro cardiorespiratorio y puede ser realizada por la persona que se encuentra circunstancialmente próxima a la víctima.
El entrenamiento de la comunidad obedece a varias razones: las personas pasan muchas horas en ámbitos laborales, en la escuela o junto a sus familias, y no están exentos de este riesgo. Además, estos conocimientos son fáciles de aprender y permanecen a lo largo de toda la vida del individuo.
Las técnicas actuales de RCP básica se han simplificado y pueden ser aplicadas por cualquier persona luego de recibir este tipo de sencillas capacitaciones que no requieren poseer habilidades especiales previas, sino tan solo un interés en aprenderlas.
Enseñar maniobras básicas de RCP tiene un efecto «cascada» porque los presentes introducen el tema de la reanimación cardiopulmonar en sus hogares e instan a sus padres a adquirir dichos conocimientos. Por ello, la instrucción en técnicas de RCP es una acción solidaria, cultural, simple y económica.