En la provincia de Formosa desde la salud pública se trabaja a lo largo del año con acciones directamente en terreno, las que están destinadas a la eliminación de múltiples vectores que transmiten enfermedades como Mal de Chagas, Dengue, Chikungunya, Zika, Leishmaniasis, entre otras.
Según se explicó desde el Ministerio de Desarrollo Humano provincial, “son acciones que se hacen contantemente con equipos, insumos, larvicidas, repelentes (provistos todos desde el Gobierno de la provincia de Formosa), recursos humanos y capacitaciones constantes y tienen llegada a toda la provincia”.
En el caso del Aedes Aegypti, vector del dengue, chikungunya y zika, “como ya es conocido a diario se recorren barrios de capital e interior provincial, mediante ciclos de fumigación espaciales y domiciliarias especialmente en horas tempranas de la mañana y al atardecer, donde el mosquito se encuentra más activo”.
“No hemos bajado la guardia a lo largo de los años, sino que venimos trabajando con el mismo sistema, normas y continuidad como si el problema existiese ahora mismo, sabiendo que desde el mes de mayo no se han registrado casos de dengue en nuestra provincia”, señaló el Subsecretario de Medicina Sanitaria, Dr. Dario Ozuna.
Y recordó que “seguimos trabajando con la concientización comunitaria porque si bien es cierto que la prevención la realiza el Gobierno, la parte fundamental en la prevención deben hacer los vecinos en sus casas, ya que la única manera de evitar la reproducción del mosquito vector”.
Chagas
Con respecto al Chagas, transmitida por la Vinchuca, el profesional reveló que “se hacen trabajos en toda la provincia, especialmente en zonas rurales, incluyendo una fase de ataque casa por casa para rociar y expurgar; más una vigilancia epidemiológica con estudios serológicos de la población, donde todos los menores de 19 años son analizados”.
De esta manera, en el caso de detectarse la enfermedad “se inicia el tratamiento y, dependiendo de la edad del paciente, puede ser curado o bien seguir un tratamiento oportuno que le permita tener una buena calidad de vida, sobre todo protegiendo el corazón. Cuanto más temprana es la detección de esta enfermedad –resaltaron– más posibilidades de curación tiene el paciente”.
Leishmaniasis
Desde salud se indicó que otra enfermedad vectorial es la Leishmaniasis, transmitida por un mosquito del género Phlebotomus. En la provincia no se detectan actualmente casos en humanos, aunque sí en caninos, siendo estos el principal reservorio del parásito.
“(Por eso) desde hace años venimos realizando estudios y controles en la provincia. El proceso de transmisión empieza en el momento que un mosquito del género Phlebotomus pica a un perro infectado de leishmaniosis, es decir, chupa sangre del perro; y, a su vez, ese mosquito al picar a una persona o perro le transmite formas infectantes del parasito”, explicó el Dr. Ozuna
“Si a una persona infectada no se le diagnostica la enfermedad y el cuadro evoluciona las consecuencias pueden ser mortales de lo contrario la enfermedad es totalmente curable sin consecuencias para la salud del paciente, bajo controles médicos pos tratamiento para estar seguro que la enfermedad se curó”.
“Acerca de la prevención de esta enfermedad hay dos maneras: una es evitar que haya perros infectados con los controles rutinarios con el veterinario, y con el estudio serológico se determina si el perro está o no infectado”, señaló
Finalmente, el funcionario explicó “La otra manera es controlar al vector. El control ayuda a reducir o interrumpir la transmisión de la enfermedad, especialmente en el contexto doméstico. Entre los métodos de control figuran repelentes, mosquiteros, la protección personal, el desmalezamiento del entorno domiciliario y la limpieza de los patios, que estén libres de cualquier basural porque la hembra deposita sus huevos entre las malezas o bien en la basura”.
Rabia
Mientras que en el caso de la Rabia se aseguró que no es un vector, sino un virus presente en la saliva de algunos animales, incluidos perros y gatos. Por ello “se trabaja en coordinación con cada municipio y, a su vez, con los vecinos, vacunando mascotas para evitar el contagio de esta enfermedad”.
Se trata de operativos de inmunización que todas las semanas se despliegan en localidades, colonias y comunidades del interior formoseño y están destinados a la vacunación canina y felina. Al mismo tiempo que en ellos se hace también desparasitación.