Un contexto enternecedor rodeo a lo vivido esta semana en la residencia para adultos “Regina Godoy de Puppo”, donde más de una veintena de niños de comedores comunitarios de la ciudad compartieron una gratificante jornada intergeneracional con los abuelos asistidos en esa institución.
Se indico que mas alla que en los últimos años este encuentro se renueva, cada ocasión no deja de tener rasgos muy emotivos, sobre todo cuando los pequeños regalaron a los abuelos y abuelas los panes dulces que ellos mismos junto a sus madres habían elaborado en el marco de una iniciativa que de manera conjunta han lanzando la asociación civil «Unidad, Esfuerzo y Trabajo» y el ministerio de la Comunidad.
“Nuevamente se ha renovado la consigna de compartir”, que es lo que se propone con esta propuesta de connotaciones estrechamente vinculadas a la festividad navideña y gestos de solidaridad que emanan de ella, y que se trata de niños de comedores comunitarios de esta capital que son capacitados con el propósito de elaborar más de dos millar de pan dulces a efectos de regalarlos a chicos institucionalizados en hogares, centros de discapacitados y residencias de adultos mayores, como fue este caso y donde los que compartieron con los adultos fueron pequeños de los barrios Venezuela y La Colonia.
Estos han sido justamente los primeros en ser capacitados en la elaboración de los panificados, para lo cual se dispone de una repostera y la cartera de la Comunidad aporta insumos, además de coordinar los cursos para los pequeños de los demás centros y comedores comunitarios, acompañados por sus padres que adhirieron gustosos a la iniciativa.
La propuesta, según señala Arminda Quiñónez, la presidenta de la asociación, encontró «un importante respaldo del gobierno que a través del ministro de la Comunidad, Anibal Gómez.
«Compartieron más que el regalo de los panes dulces, sino que conversaron y jugaron juntos, fue sin dudas un encuentro intergeneracional bellísimo, y que seguramente repetiremos», dijo la dirigente social.
Sostuvo que «es gratificando ver el entusiasmo de nuestros «niños panaderos», tanto al amasar como al ver que salen del horno el producto terminado, que mas allá de ser de manera experimental en esta fase de capacitación en su gran mayoría, algunos ya lo están elaborando como producto final y entregando como a los abuelos, y lo será aun mas cuando en días previos a Navidad lo regalen a otros chicos».