Un equipo multidisciplinario del ministerio de Desarrollo Humano provincial visitó la localidad de Las Lomitas donde se llevaron a cabo múltiples acciones inherentes a cómo evitar la leishmaniasis visceral, enfermedad grave que afecta a personas y perros.
Este trabajo se desarrolló de manera conjunta con el Hospital Distrital local, el municipio y otras instituciones públicas y privadas involucradas en el manejo de vectores; e incluyó actividades intramuro dentro del nosocomio como también en terreno con recorridas y visitas domiciliarias en diferentes barrios de esta ciudad, donde se insistió a los vecinos a concretar las medidas para prevenir esta enfermedad.
Según lo indicaron los coordinadores del operativo “se recorrieron varios barrios para extraer sangre a los caninos para el análisis, también se hicieron capacitaciones a los equipos de salud para actualizar y reforzar sus conocimientos sobre la leishmaniasis”.
Fue un amplio operativo que contó con el trabajo de médicos, veterinarios, agentes sanitarios, trabajadores sociales y otros profesionales de salud; a los que se sumaron técnicos municipales, veterinarios del ámbito privado y otros que desempeñan tareas zoonóticas. “También se entregaron de forma completamente gratuita insumos y medicinas para el análisis y manejo de la enfermedad”, señalaron los referentes de salud.
¿Qué es la leishmaniasis visceral?
Es una enfermedad grave que afecta a personas y perros. Se transmite a través de la picadura de un insecto muy pequeño (2 a 4 mm) denominado flebótomo o conocido también como torito, plumilla o carachai. Cuando este insecto pica a un perro que está infectado con el parásito que causa leishmaniasis, al tomar su sangre también lo ingiere y la próxima vez que pique a otro perro o persona, el parásito pasará a ellos infectándolos también. Sin embargo, cabe aclararse que no se transmite de persona a persona ni por el contacto directo con los perros.
Síntomas
En las personas, la leishmaniasis visceral afecta al bazo, hígado, médula ósea y otros órganos. Los síntomas que produce son fiebre prolongada, aumento de tamaño del abdomen, pérdida de apetito, disminución de peso, tos seca, diarrea y vómitos.
En los perros los síntomas que produce son decaimiento, falta de apetito, fatiga, caída de pelo y descamación (caspa) especialmente alrededor de los ojos y en el hocico, pérdida de peso, crecimiento exagerado de las uñas, úlceras en la piel y hemorragia nasal.
Prevención
La primordial medida preventiva es erradicar el flebótomo de los hogares y evitar que los perros se infecten, como también detectar tempranamente los síntomas que en el perro pueden hacer sospechar leishmaniasis.
Para eso es necesario: erradicar hojas y malezas de los alrededores de las viviendas y la basura acumulada en nuestras casas. Mantener el terreno y los alrededores de la vivienda libre de malezas y corrales. Los animales domésticos y mascotas deben permanecer alejados de la vivienda durante la noche.
Igualmente, es necesario utilizar repelentes para insectos –sobre todo en zonas con mucha vegetación o selváticas-, también colocar mosquiteros o telas mosqueras, portar camisas de manga larga y pantalones para evitar la picadura del insecto transmisor.
Se deben limpiar los lugares donde habitan los perros y evitar que sean picados por los flebótomos mediante collares o pipetas repelentes que deben ser renovadas según las instrucciones.