Teniendo en cuenta el periodo de vacaciones que muchos ya están transitando por estos días, el Ministerio de Desarrollo Humano formoseño recuerda que en algunas oportunidades durante los viajes nos exponemos a diversos factores que pueden alterar nuestra salud.
Para evitar contratiempos se brindan algunas recomendaciones a tener en cuenta antes, durante y después del viaje. Por lo tanto, en función del destino elegido y de los antecedentes de salud de cada persona se recomienda seguir una serie de consejos básicos para poder asegurarnos un recorrido saludable y tranquilo.
La cartera sanitaria provincial recomienda a las personas que decidan viajar, tomar las medidas necesarias para evitar enfermedades prevenibles a través de vacunas, enfermedades virales transmitidas por vectores y otras patologías como son por ejemplo las diarreas.
Vacunas
Señalaron la importancia de tener al día el calendario de vacunas, e indicaron que los viajeros deben asegurarse el certificado internacional de vacuna contra le fiebre amarilla. Para ello deberán aplicarse la vacuna en cualquier centro de salud, hospital o en el Vacunatorio de la Familia (cito en Santa Fe 1267), o bien presentar el carnet o constancia de esta vacuna para el expendio del certificado.
Respecto a la vacunación antiamarílica distinguieron que están exceptuados de su aplicación “los menores de 1 año y mayores de 60, las embarazadas y madres lactantes, y las personas que padecen enfermedades crónicas”.
Además, se aconseja que las personas adultas al momento de viajar tengan aplicadas las vacunas: Hepatitis B, Triple Viral y Doble Adulto. Mientras que en el caso de los niños deberán tener suministradas al día todas las vacunas establecidas en el calendario y correspondientes a cada edad.
Circulación viral
Entretanto se exhorta a las personas que van a trasladarse a los países vecinos, donde existe circulación viral de las enfermedades de dengue, zika y chikungunya, a tomar las debidas precauciones a fin de evitar el contagio de las mismas.
En general se subraya la protección de las picaduras de mosquitos a través de la aplicación de repelentes –que debe renovarse cada dos o tres horas- y el uso de ropas claras con mangas y botamangas largas para proteger las extremidades.
Especialmente se aconseja a las mujeres embarazadas y en edad reproductiva reconsiderar el viaje a estos países, sobre todo en los que circula el virus del zika teniendo en cuenta que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha comprobado el riesgo de malformaciones congénitas en los fetos si la madre contrae la infección durante el primer o segundo trimestre de la gestación.
Según la OMS, si bien la infección materna por el virus de Zika puede pasar desapercibida debido a que muchas personas no presentan síntomas o pueden ser leves cuando aparecen durante el embarazo, ha quedado demostrada la relación existente entre el creciente número de casos de zika y el aumento de casos de microcefalia congénita en bebés recién nacidos, síndrome de Guillain-Barré y otras complicaciones neurológicas en las zonas donde se han registrado los brotes.
El zika no sólo es transmitido mediante la picadura del mosquito infectado del género Aedes y de madre a hijo. También puede ser transmitido a través de las relaciones sexuales, con lo cual se recomienda el uso de preservativo durante el acto sexual durante la estadía en estos países y hasta ocho semanas después de haber regresado al país. Se ha encontrado el virus en la sangre, la orina, el líquido amniótico, el semen, la saliva y el líquido que baña el encéfalo y la médula espinal.
Ante cualquier síntoma de fiebre, dolor de cabeza, nauseas, vómitos, dolores articulares o erupciones, la persona no debe automedicarse y debe acudir de inmediato a la consulta médica, aún cuando estos síntomas se presenten al regreso del viaje.
Diarreas
En los viajes, una de las patologías frecuentes suelen ser las diarreas, las cuales muchas veces se originan por comidas en mal estado, agua no tratada adecuadamente y otros factores que tienen que ver con la higiene.
En tal sentido, desde salud se sugiere: asegurarse el consumo de agua segura (potable), preferentemente envasada. Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón, sobre todo antes de manipular e ingerir alimentos, luego de ir al baño y tener contacto con pañales. Ingerir alimentos cocidos y evitar la ingesta de los que tienen una elaboración o conservación dudosa. Hidratarse adecuadamente y consultar al médico si se presentan deposiciones blandas recurrentes.