“Hemos reubicado a unas 4500 familias de diferentes asentamientos irregulares de la ciudad, cada una de las cuales accedió a su modulo habitacional en un lote con todos los servicios básicos”, expuso el concejal Hugo García. Subrayo que teniendo en cuenta que cada familia tipo, cuenta con cuatro miembros, el número final de beneficiados trepa a por lo menos 17 mil personas.
El edil, quien tiene activa participación en este plan de reordenamiento urbano que lleva más de seis años en desarrollo, expuso que su desarrollo permitió en diferentes sectores de nuestra ciudad, un proceso de integración física y social, avanzándose en la conformación de barrios similares a los existentes en las proximidades de los mismos.
Destaco que a través de líneas de trabajo planificadas, coordinadas y ejecutadas en forma conjunta entre gobierno y municipio, se avanzo en el reordenamiento e integración urbano de cada sector, siguiendo un proceso continuo de trabajo.
“Asimismo, posibilito erradicar la situación de precariedad habitacional que conformaban asentamientos irregulares, muchos de ellos en zonas inundables por fuera del anillo de defensas se inicio hace unos seis años, y aun hoy continuamos avanzando en este programa con más módulos y otras obras en plena ejecución”.
Explico que su ejecución implica una “inversión realmente millonaria de recursos totalmente genuinos, incluso para la adquisición de terrenos privados donde se establecieron estas nuevas urbanizaciones, aspecto donde incluso hasta el municipio de la ciudad intervino”.
García destaco asimismo que este proyecto “se genero a través de una decisión política decidida del gobernador (Gildo) Insfran, reviste el carácter de “integral”, y que esta “orientado al mejoramiento del entorno y la calidad de vida de las familias de menores recursos que habitan sectores deprimidos de la ciudad, logrando así con esta acción de gobierno la inclusión social de los mismos”.
Intervención urbana integral
Expuso que “entre las intervenciones urbanas se encararon y continúan ejecutándose acciones como la de regularización dominial, la construcción de obras de infraestructura y servicios como la red de agua potable, cloacas, red eléctrica, desagües pluviales, aperturas de calles, la construcción, reconstrucción y mejoramiento de las unidades habitacionales, veredas comunitarias y la definición de espacios de reserva para equipamientos comunitarios (plazas, polideportivos, escuelas, centros de salud, entre otros espacios)”.
Significo aquí el hecho de que “el amanzanamiento y parcelamiento es una continuidad de la trama urbana, donde se ha logrado el mejoramiento de las condiciones de hábitat y se ha logrado mantener los vínculos sociales preexistentes de los adjudicatarios”.
Dijo que “en algunos casos fue posible urbanizar los actuales asentamientos, en otros casos se debió relocalizar a la población. Cuando se relocalizaron los asentamientos en los proyectos se tuvieron que prever y ejecutar obras de “cicatrización” de las tierras desocupadas luego de la relocalización de las familias, para evitar futuros asentamientos”.
Amplió señalando que “el desafío planteado para resolver integralmente esta situación y lograr una efectiva inclusión social, hizo que las intervenciones urbanas debieran ser acompañadas de otras acciones asumidas por distintos organismos del gobierno provincial y municipal. Esto a fin de mejorar y elevar el nivel de vida de cada uno de los integrantes de la comunidad involucrada, atendiendo distintos aspectos como ser: la calidad educativa, la seguridad urbana, la atención y fortalecimiento familiar, la salud, la formación y capacitación en oficios y otros.»
Explicó asimismo que «la implementación de este programa demando la realización de estudios previos que nos permitieron determinar la factibilidad de los proyectos. Para ello fue necesario contar con el acuerdo y participación de las familias, disponer de tierras libres y aptas ambientalmente y elaborar proyectos para optimizar las tierras liberadas dándoles nuevos usos adecuados como espacios verdes, caminos costeros, etc., para evitar nuevos asentamientos».
Memoro que “en su momento se detectaron cerca de una treintena de asentamientos irregulares dentro de nuestro tejido urbano, muchos de ellos ya han sido erradicados con intervención y mejoramiento del espacio urbano, ordenado y redefiniendo el concepto del uso urbano del suelo”, significando que en ese mismo tiempo se beneficio a familias a las que se les adjudicó en propiedad un lote de 10×30 metros con todos los servicios y sus respectivos módulos habitacionales con su núcleo sanitario, todos estos distribuidos en las urbanizaciones: El Porvenir, San Isidro, Maradona, España, Obrero y San Jorge, Lote 111, entre otras.
Continúan construyéndose, como en el caso del Lote 111, que de un asentamiento de casillas de chapas de cartón hoy se erige un barrio con casi un millar de familias viviendo. Allí se siguen construyendo modulo9s, incluso una gran plaza y enripiándose las calles, con lo cual iremos resolviendo casos aun pendientes