El polideportivo municipal de Ingeniero Juárez albergo este jueves la llamada “asamblea por la paz” a la que se auto convocaron caciques, dirigentes sociales y pastores evangélicos aborígenes de aquella localidad del extremo oeste formoseño.
Se pronunciaron coincidentes en que los hechos suscitados en los últimos días, que incluyo la toma del municipio por parte de un grupo de aborígenes y los daños que estos generaron, actos que repudiaron en el entendimiento de que el “dialogo es el mejor camino para lograr el entendimiento”, los motivo a este encuentro.
Nicasio Mariño, dirigente de la comunidad wichí de barrio Obrero juarenses, expuso que su opinión coincidente con el de todas las comunidades de la zona es que “todos tenemos derecho a reclamar pero siempre en el marco de la ley. En cuanto a la situación que se ha planteado aquí en Ingeniero Juárez, no estamos de acuerdo con la forma que se ha manifestado un grupo de personas, tomando la Municipalidad y provocando daños, así que nosotros estamos en contra de esta metodología que han utilizado estas personas y que repudian todas las comunidades”.
Expuso que “estamos en este encuentro en el que participan hermanos referentes de todas las comunidades, y nos hemos reunido para tratar esta situación que se ha registrado en Juárez en los últimos días, que nos preocupa seriamente porque todos nosotros creemos que la paz social es importante, por nuestros jóvenes, por nuestros niños, por nuestros ancianos”.
Advirtió Mariño que “hay intereses políticos detrás de este tipo de situaciones, no podemos decir quiénes son pero se percibe que detrás de esto hay cuestiones de la política, entonces eso es lo que complica todo y trae mucho más problemas, y demuestra que lo que por ahí se plantea no es la realidad, porque no son cosas de la comunidad sino de dirigentes políticos que buscan la desunión”.
En tanto que el dirigente indígena Juan Segundo sostuvo que “cuando hay un año con elecciones ya aparecen estas medidas que quieren crear divisiones y desestabilizar lo que se hace bien”, rechazando que “se impulsa a los jóvenes a los disturbios y romper la paz social, a desunir a los hermanos”.
De todos modos se mostro confiado en que “entre los dirigentes sociales, pastores y caciques salgamos que buscamos lo mejor adelante por el bien de nuestras comunidades”, lo propio entendió que lo harán los criollos lugareños.
“Acá conocemos como se manejan algunos hermanos aborígenes, que son los que otra vez tratan de ser noticia de cualquier manera y por eso es que tomaron la municipalidad. Pero nosotros rechazamos eso y estamos aquí pidiendo por la pacificación de la comunidad y cuidar a nuestros jóvenes, porque sin la juventud el pueblo aborigen se queda sin futuro”, reflexiono.
En tanto que el pastor wichi del barro San Martin, Armando Ortiz , expuso su preocupación “por ciertas actitudes violentas de de un puñado de aborígenes. Por unos pocos se generaliza, y debe quedar en claro que la gran mayoría solo quiere vivir en paz.
“Hay algunos que dicen ser referente aborigen, pero no es así, este Agustín (Santillan) no es mi referente y tampoco de la mayoría, solo de unos pocos. Acá estamos todos unidos, los verdaderos representantes de las comunidades repetimos nuestro pedido de basta de violencia, dialoguemos en paz y armonía es lo que queremos”, sostuvo concluyente.