La labor de docentes y estudiantes del Instituto Superior de Formación Docente “Víctor Manuel Almenara” y los chicos del secundario de la colonia La Picadita en jurisdicción de Villafañe fue destacado nacionalmente por lo que consideran se trata de una “revolucionan forma de dar matemáticas”.
Se trata del planteo que los profesores les hicieron a sus jóvenes estudiantes de esta zona rural del sur formoseño para que diseñen un dique. “En sólo seis clases, mejoraron el rendimiento”, se subraya
En detalle se expone en una nota autoría de Natalia Lazzarini que acaba de ser publicada por el periódico “Día a Día de Córdoba”.
La interesante publicación señala textualmente que: “Matemáticas se puede enseñar de distintas maneras. En la opción tradicional, el profesor dicta al alumno una fórmula abstracta. Aquí dirá, por caso, que en el teorema de Pitágoras “el cuadrado de la hipotenusa es igual a la suma de los cuadrados de los catetos”. Pedirá que saquen una hoja y repitan.
Pero existe otra forma de educar, más terrenal. El Aprendizaje Basado en Problemas (ABP) –derivada de una escuela anglosajona– consiste en pensar un inconveniente que atraviese la vida de los alumnos. Y pedirles después que lo resuelvan, partiendo de un pensamiento matemático. Aquí el punto de partida es el problema”.
El de llegada, la abstracción
Refiere asimismo que docentes y estudiantes de la referida institución de Villafañe, “recurrieron a esta segunda opción. Y la pusieron en práctica en un curso de 14 estudiantes del 5° año de secundaria, de la escuela rural 127 de la colonia Cruce La Picadita, y el “experimento” rindió sus frutos.
“¿Cómo lo hicieron? No fue magia. No. La consigna fue resolver el problema central de la comunidad (la falta de agua) mediante el diseño de un dique, que a su vez sirviera de puente. “Los padres de los alumnos son productores de ganado, verduras y frutas. Durante la sequía, se quedan sin agua porque el río Negro, de aguas dulces, desemboca en el Salado. Como su nombre lo indica, este último tiene una alta concentración de sal”, explica Adrián Colman, uno de los coordinadores del estudio.
Explico que “los estudiantes se trasladaron tres kilómetros rumbo a la desembocadura de los dos ríos para medir su caudal y calcular las dimensiones del futuro dique. Pero antes, en clase, aprendieron fórmulas matemáticas para poder realizar esas mediciones: trigonometría, teoremas de Thales, Pitágoras, perímetro, longitud”. Refirió a que “los chicos se entusiasmaron y ése fue nuestro principal logro: conseguir la motivación. Pero no fue fácil convencer a los padres de que íbamos por el camino correcto. Los cambios siempre generan resistencia”, recuerda el profesor.
Los resultados fueron sorprendentes. Con sólo seis clases y 24 horas cátedra, los chicos mejoraron su performance en matemáticas y pudieron pensar en números. Volviendo al famoso teorema de Pitágoras, a un alumno se le prendió la lamparita. “¡No sabía que los albañiles lo usan para encuadrar las paredes!”, dijo en clase.
También fue distinta la forma de pensar la secundaria. “Cambiamos de paradigma –cuenta Elvio López, director del Instituto–. Dejamos de lado el academicismo y nos centramos en las capacidades de los estudiantes. En dar herramientas para que ellos puedan pensar por su cuenta”.
Gol de media cancha. El experimento traspasó las fronteras. Y en noviembre, llegó a Córdoba para participar de la Feria Nacional de Ciencias. Tras tres días de exposición, enamoró al jurado, que dotó al proyecto con un premio “destacado”.
En el pueblo, los vecinos esperaban en caravana. Cual si fueran equipo de fútbol que pasa a primera división.
Hay equipo
El proyecto “El desafío de enseñar matemáticas con el enfoque de la resolución de problemas” fue coordinado por Adrián Colman, Sandra Lodi y Gabriela Ruiz. Participaron alumnos del instituto Almenara y de la escuela rural 127 Cruce La Picadita. Entre ellos: Clarisa Báez y Emmanuel Feldman. Colaboraron Elvio López, Eduardo Medina, Néstor Kliczuk, Leonardo Balbuena, Noelia Báez, María Teresa Narge Nalerio y Nidia Feldmann.