Con la llegada de los días nublados y ante menos horas de luz, los cultivos de tomate y pimiento muestran un gran alargamiento del tallo y, asociativamente, caídas de flores. Para evitar pérdidas de frutos por racimos, técnicos recomiendan a productores y familias huerteras a actuar a tiempo.
Desde el Ministerio de la Producción y Ambiente, aconsejan “conducir el cultivo de un modo diferente y más estricto”. En el caso del pimiento, dijeron que “hay que cortar los tallos alargados bajando permanentemente la altura del cultivo hasta que vengan racimos productivos”.
Recordaron que no hay que confiarse de los tallos alargados que muestran nuevas flores arriba, “porque puede volver a perderse todo. Hay que cortarlos y bajar la planta”.
Para cuidar el tomate remarcaron en controlar la altura, “hay que capar las plantas dejando un broto seguro”. Es decir, “ir quitando las hojas de abajo a arriba del primer racimo para ir bajando las plantas apenas se pueda y quedarnos con un cultivo a menos altura”.
Los técnicos detallaron que “para tener un cultivo productivo se debe llegar a 25 frutos totales y, en el caso de que se registren muchos abortos, hay que seguir con más racimos que los acostumbrados buscando alcanzar 12 o más racimos”.
Monitoreo
En los procesos de observación y control, instaron a “no hay que dejar de mirar las hojas en estos periodos». En los días nublados generalmente se observan hojas amarillentas abajo, por ello «hay que sacarlas a fin de evitar enfermedades que luego avanzan hacia arriba, y en la parte superior se ven hojas de poco cuerpo”.
Exhortaron a ser prudente respecto al riego porque la planta se está manifestando hacia un esquema vegetativo más que reproductivo. Esto significa que no necesita tanta agua.Concluyeron positivamente en “no dejar de monitorear la producción y actuar a tiempo es la clave”.