Las afirmaciones de días atrás el ministro de la Producción y Ambiente, Raúl Quintana, al exponer pormenores acerca de la declaración de emergencia que para los sectores agropecuario, apícola, de extracción, forestal y ganadero dispuso el titular del poder Ejecutivo Provincial, es apreciable como se acentúa con el correr de los días.
Desde las rutas mismas que surcan nuestro territorio se aprecian a campos invadidos o cercados por las aguas producto de las persistentes lluvias, las cuales desde fines del año pasado se han venido dando en gran parte de la provincia. Y a partir de los informes técnicos elaborados se llego al diagnostico final de emergencia.
En esta conclusión llegaron todas las organizaciones relacionadas con dichos sectores productivos, los cuales confluyen en el seno de la Comisión Provincial de Emergencia Agropecuaria: Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), Instituto Provincial de Acción Integral para el Pequeño Productor Agropecuario (IPAIPPA), el Centro de Validación de Tecnologías Agropecuarias (CEDEVA), los municipios y las organizaciones de productores.
A modo de tener una magnitud de cuanto afecto el clima a las principales actividades productivas formoseñas, Quintana revelo que “el 80% de la superficie ganadera está afectada por exceso hídrico producto de las lluvias, además se perdió más del 50% de la producción algodonera”, sólo por citar algunos ejemplos.
El ministro anticipo que este miércoles estará viajando a Buenos Aires, acompañado por el subsecretario de la Producción Alejandro García que preside la Comisión de Emergencia, a los fines de presentar oficialmente ante la Comisión Nacional de Emergencia el instrumento legal que decreto la situación de emergencia, para “de esta manera solicitar la homologación nacional y poder acceder a los beneficios que fija la norma”.
Tras marcar que “se trata de un año muy particular”, explico que “acostumbramos a ordenar nuestro sistema de producción contemplando las posibilidades de que no nos tome un otoño tan lluvioso, el cual se dio de una manera descomunal: las lluvias comenzaron antes y no pararon, sumado a los esteros, cañadas y bañados aun colmatados por el exceso hídrico del año pasado”.
Explico que” en la ganadería los productores están acostumbrados a trabajar con predios con pasturas, y pueden encontrarse con una nueva zona de alta carga o invernada que es el centro-oeste que de alguna manera está descomprimiendo la situación, y hace que la situación no sea tan catastrófica como en otras provincias”, subrayando que “esto obedece a una inversión importante en infraestructura intra y extra predial que benefició al sector.
expuso que “si bien no se han registrado mortandades altas, nos estamos preparando para un invierno que siempre se nos presenta complicado por el hecho de que toda la pérdida de pastura en el otoño, hace que tengamos poca oferta forrajera en el invierno, lo cual va a producir alguna perdida”.
Destacó que “En estos momentos hay mucha venta forzosa, están descargando los campos y una pérdida importante de kilos. Eso hizo que el 80% de la superficie ganadera está afectada por excesos hídricos de lluvias, colmatación y muy lento escurrimiento, porque nos encuentra con el río Paraguay con su escala alta”.
Lo agrícola
Aunque advierte que “el impacto mayor se dio en la agricultura. Es que por ejemplo teníamos todo armado, para en fecha cosechar el algodón, pero se adelantaron las lluvias y esto impidió que se pudiera ingresar a los lotes y cosechar el textil que estaba listo, con lo cual fue un impacto fuerte ante un ciclo que se presentaba auspicioso para obtener buenos rendimientos”, explicó.
Agregó el ministro que “estos 40 días que no permitieron entrar a proteger el cultivo ni hacer las fumigaciones para desecar la planta y hacer la cosecha mecánica. No se pudo entrar con la cosechadora, lastimosamente se perdió más del 50% de la producción algodonera, tanto en calidad como en cantidad, toda la fibra que quedó en la chacra va perdiendo calidad”.
Puntualizo asimismo, que segmentados según los departamentos que están especificados, en otras producciones agrícolas, las pérdidas superan el 50%, como en los cultivos de maíz y sorgo. Lo propio en cuanto a las cucurbitáceas (zapallos, sandías y melones), sobre todo ante al exceso de humedad en las raíces, lo que provocó la aparición de enfermedades fúngicas y anegamiento radicular durante el primer cuatrimestre del año.
El arroz en estas condiciones está volcando panoja, lo que conlleva a la pérdida en kilos, y mermas en la calidad de los mismos superan también el 50 %. Las mermas en las plantaciones de mandioca y batata ante esta situación climática adversa superan idéntico porcentaje a los antes señalados.
Lo apícola y lo forestal
Acerca de los sectores forestal y apícola, ambos han sufrido pérdidas en su producción en un 55%, debido a las contingencias climáticas
Puntualizándose la apicultura, las pérdidas en la última cosecha debido a problemas de accesibilidad hasta los apiarios (falta de piso y anegamiento de caminos) como consecuencia del exceso de precipitaciones durante los meses de enero a mayo del corriente año, disminuyendo la capacidad productiva, situación que se presenta por lavado del néctar y polen de las floraciones nativas que causaron severos daños produciendo alteraciones en las curvas de floración.
Se aclaro que si bien se encuentra con inconvenientes la producción apícola de toda la provincia, la afectación en los departamentos varía acorde al momento de la curva de floración. Tal es el caso de las regiones del centro hacia el este, donde los efectos negativos se notarán a partir de la próxima primavera, ya que debido al exceso de precipitaciones, no se pudieron realizar actividades relacionadas al manejo de los apiarios. En la región oeste, la principal cosecha de miel se realiza en los meses de marzo y abril, producción que se encuentra altamente dañada por efectos de las precipitaciones.
En lo forestal se registraron pérdidas, por inconvenientes en los accesos a los respectivos obrajes o aéreas de aprovechamiento, no pudiendo realizarse las actividades propias de la producción maderera, como marcación, cortes, arrastre, carguío y transporte, produciéndose de esta manera un desabastecimiento del stock en las respectivas playas de acopio de la materia prima.
Diálogo con productores
Quintana recordó que en Formosa el diálogo con los productores es permanente ya sea en mesa agrícola o ganadera.
“En esos ambientes veníamos cultivando y presentando informes y contra-informes, porque la superficie afectada variaba, empezamos con dos millones y terminamos en 6 millones” reveló.
Aclaró que “nunca somos apresurados en una presentación porque sabemos que esto es un video de una película que no terminó, por un lado el diagnostico es certero y muy responsable, en esto el gobernador es muy exigente, que tengamos todos los papeles, en esto el Inta y Senasa colaboraron”.
Quintana dijo que «en el transcurso de este mes, el 29 tenemos un Consejo Federal Agropecuario donde la agenda principal será la emergencia, encontraremos alguna respuesta concreta del gobierno nacional”.
Dijo que no obstante “por ahora nosotros seguiremos con los remates, con nuestro programa agrícola y la provisión de insumos, estamos muy bien programados para la siembra de primavera, la provincia de Formosa va a mantener su compromiso con los productores. Estas situaciones emergentes son y deben ser atendidas por el gobierno nacional”.-