El ministerio de Desarrollo Humano provincial recordó que la vacuna es la herramienta más eficaz para evitar la gripe. La misma se encuentra disponible de forma gratuita en vacunatorios de centros de salud y hospitales de toda la provincial, para las personas que integran los grupos de riesgo: embarazadas en cualquier etapa de gestación, niños de 6 meses a 2 años, adultos mayores e inmunodeprimidos.
Como parte de la Campaña de Invierno 2017, apunta a prevenir la gripe o influenza, enfermedad viral respiratoria que se presenta habitualmente en los meses más fríos del año. El momento más aconsejable para recibir la vacuna antigripal es el otoño, antes de la etapa de mayor circulación del virus de la gripe.
La cartera sanitaria formoseña aclaró que en caso de no haberse vacunado en esa época y pertenecer a los grupos de riesgo, la vacunación también puede y debe ser efectuada mientras haya circulación viral en la Argentina.
Dentro de los grupos de riesgo se encuentra el personal de salud; las embarazadas en cualquier trimestre de gestación y las puérperas hasta el egreso de la maternidad como máximo a 10 días del parto si no la recibieron durante el embarazo; los niños de entre 6 y 24 meses de edad inclusive.
Así como las personas de entre 2 y 64 años, inclusive, con factores de riesgo como enfermedades cardíacas, respiratorias, renales crónicas, inmunodepresión, diabetes y obesidad, entre otras; y todas las personas mayores de 65 años.
Gripe A
Existen tres tipos de virus de la gripe, de los cuales A y B son los más frecuentes. En las vacunas se incluyen 3 cepas: Influenza A H3N2, Influenza B y la cepa A H1N1; por lo que se denominan vacunas trivalentes.
La vacuna antigripal confiere protección (inmunidad) por 6 a 12 meses. La denominada “gripe A” es simplemente un tipo más de gripe, que al igual que los otros virus de la influenza puede presentar complicaciones en los grupos con mayor riesgo de sufrir dificultades y fallecer por gripe, motivo por el cual se insiste en la aplicación de la vacuna antigripal, que debe ser recibida anualmente.
La gripe -al igual que otras infecciones respiratorias- se transmite por contacto con secreciones de personas infectadas a través de las gotitas que se diseminan al toser o estornudar y de superficies u objetos contaminados con estas secreciones.
Los síntomas gripales suelen aparecer a las 48 horas de efectuado el contagio y la mayoría de los afectados se recupera en una o dos semanas sin necesidad de recibir tratamiento médico. Sin embargo, en niños pequeños, personas de edad y personas aquejadas de otras afecciones médicas crónicas, la infección puede conllevar graves complicaciones, provocar neumonía e incluso causar la muerte.
Síntomas
Entre los síntomas de contagio del virus de la gripe figuran: fiebre mayor a 38º C; tos; congestión nasal; dolor de garganta, de cabeza y muscular; y la aparición de un malestar generalizado en el cuerpo.
En los niños pueden presentarse también problemas para respirar, vómitos o diarrea, e irritabilidad o somnolencia. Ante estos síntomas, es necesario consultar al centro de salud más cercano para recibir atención médica.
La mayoría de los pacientes sólo requieren tratamiento sintomático, como antitérmicos, reposo e hidratación. Sin embargo algunos pacientes con enfermedades crónicas deben recibir tratamiento específico con antivirales, por lo que deben realizar una consulta médica en un centro de salud.
Para evitar el contagio, es importante: Lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón; al toser o estornudar, cubrirse la boca y nariz con un pañuelo descartable o con el ángulo interno del codo; tirar a la basura los pañuelos descartables inmediatamente después de usarlos.
Ventilar los ambientes y permitir la entrada de sol en casas y otros ambientes cerrados; mantener limpios picaportes y objetos de uso común; no compartir cubiertos ni vasos; enseñar a los niños a lavarse frecuentemente las manos en la escuela y hogar.