Trabajando siempre con el objetivo de evitar las enfermedades transmitidas por vectores, el ministerio de Desarrollo Humano continua fortaleciendo los conocimientos de los equipos de salud de efectores de toda la provincia respecto a dicha problemática, apuntando principalmente a prevenir la presencia de los agentes vectoriales como también a la detección temprana y tratamiento oportuno.
Para dar cumplimiento a dicho propósito, se están desarrollando tareas preventivas, informativas y de concientización en las localidades cabeceras del territorio formoseño. Estas se efectivizan desde el Departamento de Control de Vectores y Zoonosis dependiente de la cartera de salud, en forma conjunta con los equipos de efectores referentes de los distritos sanitarios.
Accionar
En el Hospital Distrital de Pirané se realizó un nuevo taller sobre leishmaniasis visceral del que participaron los demás efectores que conforman el área de cobertura del distrito sanitario VI. Tuvo por objetivo actualizar y ampliar los saberes del equipo de salud acerca de la enfermedad y congregó a médicos, enfermeros, bioquímicos, técnicos de laboratorio, personal que se desempeña en la base vectores de este nosocomio y veterinarios de la zona.
La jornada formativa contó con representantes de los hospitales de Palo Santo y Gran Guardia. Los temas abordados fueron entre otros: En qué consiste la leishmaniasis visceral y cómo afecta al ser humano; situación de la enfermedad en el país, la región y la provincia; importancia de la sospecha diagnóstica (cuadro clínico) para determinar un tratamiento oportuno.
En tanto se profundizó igualmente en la leishmaniasis en caninos “consensuando y delineando acciones que darán continuidad al plan trazado para prevenir y controlar la enfermedad, y para evitar la circulación del parásito”, detallaron referentes del Departamento de Vectores.
Nueva actividad
Cabe señalarse que para complementar el taller, en días próximos se llevarán adelante la vigilancia de la enfermedad en perros, como parte de las múltiples acciones que se concretan en terreno para prevenir la leishmaniasis visceral.
Sobre esto agregaron que “además de sumar más herramientas y conocimientos al equipo de salud para detectar los cuadros clínicos en humanos y actuar oportunamente, también hacemos la vigilancia en perros que son el reservorio del parásito de leishmania. Para esto se hace la extracción de sangre a caninos, su posterior análisis y determinación del resultado. Todo para continuar delineado acciones que nos ayuden a cuidar la salud de la comunidad”, expresaron sobre el final.
Leishmaniasis Visceral
Es una enfermedad grave que afecta a personas y perros. Se transmite a través de la picadura de un insecto muy pequeño (2 a 4 mm), un flebótomo conocido como torito, plumilla o carachai que cuando pica a un perro infectado con el parásito leishmania y luego pica a otro perro o a otra persona, les pasa el parásito infectándolos. Cabe aclararse que no se transmite de persona a persona ni por el contacto directo con perros.
Síntomas y tratamiento
En las personas, la enfermedad afecta el bazo, hígado, médula ósea y otros órganos. Los síntomas más frecuentes son: fiebre prolongada (más de 20 días), aumento de tamaño del abdomen, pérdida de peso y de apetito, tos seca, diarrea y vómitos. Mientras que en los perros puede observarse: decaimiento, falta de apetito, pérdida de pelo, descamación de la piel (especialmente alrededor de los ojos y en el hocico), crecimiento exagerado de las uñas, úlceras en la piel y hemorragia nasal.
El tratamiento incluye la indicación farmacológica y sintomática, desde la que se recomienda la internación de los pacientes durante los primeros 7 a 10 días para un adecuado seguimiento clínico y terapéutico estricto.