Un nuevo taller teórico-práctico sobre reanimación cardiopulmonar (RCP) básica se realizó en la EPEP 373 “Padre Luis Tiberi” del barrio Mariano Moreno con el objetivo de informar e instruir a la comunidad educativa sobre el conjunto de maniobras que pueden salvar la vida de las personas en situación de riesgo de vida.
Bajo la modalidad teórico – práctica, la capacitación estuvo dirigida a los escolares, docentes, directivos y personal no docente que representan a la institución. “Las explicaciones teóricas fueron alternándose con demostraciones prácticas para que los presentes puedan comprender mejor y, a su vez para que ellos mismos puedan hacer las pruebas con los muñecos”, comentaron desde el equipo de salud a cargo.
Las exposiciones estuvieron a cargo de profesionales del SIPEC –Sistema Provincial de Emergencias y Catástrofes- dependiente del ministerio de Desarrollo Humano formoseño, expertos en la materia, quienes acompañaron las enseñanzas teóricas con la práctica, charlando y haciendo participar a los niños, evacuando dudas con la ayuda de muñecos y materiales audiovisuales que posibilitaron una jornada más didáctica.
A lo largo del taller, los profesionales insistieron reiteradas veces en que la reanimación cardiopulmonar “si es realizada correctamente, resulta muy efectiva y aumenta entre 2 y 3 veces la posibilidad de sobrevida de una víctima de paro cardiorrespiratorio”; teniendo en cuenta que además “puede ser realizada por cualquier persona que sepa como efectuarlas y que se encuentra cerca en ese momento”.
“Todos debemos sentirnos con la responsabilidad y la voluntad de aprender este conjunto de técnicas que son fáciles de ejecutar una vez que las incorporamos y practicamos. Pueden aumentar altamente la sobrevida de alguien que está en riesgo de muerte, por ejemplo alguien que sufre un infarto. Por lo tanto, como seres humanos solidarios con otro ser humano que puede necesitarnos y depender de nosotros para vivir, debemos interesarnos en instruirnos sobre RCP, no importa la edad que tengamos, los niños también pueden hacerlas”, aseveraron.
Asimismo valoraron que “enseñar esto a los niños tiene siempre un efecto multiplicador porque luego de incorporar estos conocimientos, saliendo del ámbito escolar, hay un alta posibilidad de que ellos los compartan con sus familias, amigos y gente conocida. A su vez, esto despierta el interés de otros en aprender e interiorizarse en este tema tan significativo en el cuidado de la salud”.
En la etapa final se recordó que las circunstancias y espacios en los que una persona puede sufrir riesgo de muerte puede ser cualquiera: la vía pública, una plaza, un banco, la escuela, el club y la propia casa. Por eso es fundamental que nos informemos y aprendamos a aplicar las maniobras de RCP, porque en cualquier momento y lugar las podemos necesitar”.