Escolares de distintas edades que asisten a ambos niveles de las escuelas primarias 209 y 147, ubicados en el barrio Juan Domingo Perón, pudieron ampliar sus conocimientos sobre los cuidados que las familias deben poner en práctica en el hogar para evitar la presencia del mosquito que transmite el dengue, insecto que busca vivir en las casas.
En el marco de las charlas desarrolladas, los profesionales de salud reiteraron a los niños que al Aedes aegypti “le encanta vivir cerca de las personas”, ya sea en la casa, la escuela, el trabajo, el club del barrio y cualquier otro lugar en el que haya gente.
Y explicaron sus características físicas distintivas (negro con líneas blancas en sus patas), recordando además que prefiere para reproducirse, poner sus huevos y permanecer a los recipientes ahuecados que forman paredes y acumulan agua limpia.
“Es muy común que dentro de nuestras viviendas, en los patios y veredas estén este tipo de objeto, ya sean en pedazos o enteros y debemos eliminarlos para evitar que ahí se críen los mosquitos”, enfatizaron seguidamente. “La medida más importante entonces” –dijeron- “es evitar o destruir los criaderos de este insecto”.
Puntualizando la serie de cuidados, el equipo instó a los chicos a: limpiar cacharros, planteros, baldes y cualquier receptáculo similar cada día, renovando el agua contenida en ellos. Asimismo tapar (herméticamente) las cisternas, aljibes, tanques y otros objetos que se usen para juntar agua.
Al mismo tiempo solicitaron “no dejar tirados en los patios y en las calles” pedazos de plásticos, latas, botellas, juguetes, ni otros objetos; no arrojar basuras; limpiar las canaletas y sumideros. Clorar debidamente o vaciar las piletas de natación. Mantener limpios los comederos y bebederos de las mascotas.
“El cuerpo debe estar protegido todo el día de las picaduras de mosquitos mediante la aplicación de repelente cada dos horas”, detallaron. Esta medida debe profundizarse en la hora “del amanecer y anochecer” añadieron. Además deben colocarse telas mosqueras en puertas y ventanas “para impedir el ingreso de los mosquitos al interior de las viviendas”.
Cada una de las jornadas educativas fue especialmente preparada para una mejor comprensión de los niños. “Buscamos la forma didáctica y entretenida de llegar a ellos para que los mensajes sean efectivos y que, a la vez, puedan reproducirlos a sus familias”. Es necesario que se sientan partícipes “y los adultos debemos solicitarles que colaboren con las medidas, tanto en las casas como en los demás lugares a los que concurren diariamente.