Emocionante. Así puede definirse a la ceremonia de inauguración del Centro de Salud en colonia La Primavera. Tanto el presidente de la asociación civil, como el cacique Sanabria resaltaron el valor histórico de este edificio sanitario.
La ceremonia de inauguración fue presidida por el gobernador Gildo Insfrán, quien llegó cerca del mediodía, tras lo cual una pastora de la comunidad brindó una bendición.
“Fijense las instalaciones que tenemos, el centro de salud, tenemos wi-fi, internet, creo que todos estamos contentos, ojalá que el día de mañana nuestros hijos estudien para que este sea su lugar de trabajo, que no dejen su cultura y su historia” pidió Raúl Chilagaloy, presidente de la asociación civil.
Y les dijo : “Por favor a la comunidad, exíjanle a sus hijos a entrar a la escuela, quizás los que vengan después de nosotros estén más capacitados, quizás nuestros hijos trabajen en el centro de salud o la escuela” y recordó que “antes atendíamos la salud debajo del mango, ahora ya estamos mal acostumbrados y se corta la luz y ya nos estamos quejando todos”.
“También les pido que no crean a cualquiera que venga a la comunidad, porque no vinieron antes a escucharnos, cuando había necesidades. El gobierno siempre nos escuchó y atendió.”
En tanto el cacique de la comunidad Cristino Sanabria resumió sus sentimientos al expresar que “Es un día de festejo y felicidad”, “ el sueño de nuestros ancestros” cumplido.
Señaló que “ El doctor Insfrán no piensa en vender nuestra tierra, sino que nosotros vendemos por dos pesos, alquilamos, por eso no caen mis lágrimas, sino mi corazón está llorando, porque antes entrabamos a las escuelas descalzos, y ahora en febrero el dr Insfrán ya envía útiles, guardapolvos, cuadernos. etc”.
También coincidió en que “Debemos cuidar este centro de salud, es para siempre, cuando éramos chicos nos llevaban hasta Laguna a caballo, ahora tenemos acá mismo nuestro centro de salud”.
Señaló que el centro de salud estará abierto a todos, incluso para aquellos hermanos que cortan la ruta, y dijo que “Mi papá me enseñó que no se corta la ruta, me enseñó que hay que hablar con tranquilidad y paz”.