Los 130 kilómetros de anillos de defensas que están siendo reforzadas con el propósito de defender cada metro de terreno, por consiguiente comunidades y bienes de los pobladores, en su mayoría aborígenes, en una de las muchas acciones de la lucha titánica contra las imponentes riadas del rio Pilcomayo que a torrentes ingresan de la alta cuenca.
“Lo hacemos solos, gobierno provincial y pobladores, cada uno pone su esfuerzo para defender nuestro territorio de las aguas del bravo Pilcomayo”, expone el cacique Adolfo Cain.
“Vimos por la televisión como la gente de la nación estuvo en comunidades salteñas, trayendo la ayuda, pero acá están lo de siempre, los funcionarios y técnicos del gobierno provincial, en las buenas como en las malas. Solos nos estamos arreglando, y preparándonos para lo peor en caso de que todo empeore, aunque trabajamos hace ya varios meses para aplacar situaciones como estas”, expuso el toba Cain, de la comunidad formoseña de Vaca Perdida.
En la zona estuvo este fin de semana el ministro de Gobierno, Jorge Abel González, llevando palabras de aliento y la tranquilidad de la decisión política del gobernador Gildo Insfran de “no ceder un metro, hacer lo humanamente posible para impedir que las aguas avancen sobre las comunidades, por esos e han desplegado recursos de carácter extraordinario en esta emergencia”.
Y en ese propósito es que se han desplegado maquinarias viales, camiones, logística y recursos humanos, triplicando la dotación existente hace ya meses en la zona, quienes trabajan a destajo las 24 horas para contener las riadas del rio Pilcomayo que arremeten contra las defensas que protegen a las comunidades. En los dos departamentos (Ramón Lista y una porción norte del Bermejo), habitan cerca de 14 mil personas, en un 80% aborígenes wichi y tobas, en menor medida criollos.
“Hasta el momento le hacemos frente a las aguas que están escurriendo en franco ascenso, de todos modos preparamos un terreno elevado con casillas y todos los servicios básicos, en caso de ser necesario una evacuación masiva. No dejamos nada librado a alguna contingencia, más allá de los vaivenes propios de la naturaleza, se asiste con víveres y todo lo necesario a las familias, unas 30 de ellas aisladas por las copiosas lluvias de la última semana”, expuso Aldo Ingolotti, coordinador del PEP en la zona.
“Seguimos trabajando en distintos frentes, sobre todo extendiendo las defensas en zonas amenazadas”, dijo, señalando que tras una década de descensos históricos, estamos teniendo picos extremos de crecida y poblaciones enteras de Salta debieran ser evacuadas”, expuso. Aquí destaco las obras que meses atrás se ejecutaron en cuanto a casi 50 kilómetros de correderas que permiten el escurrimiento de las aguas encausadas, para lo cual el estado provincial volcó recursos genuinos.
También se siguen haciendo las defensas, y si bien tienen una contraparte nacional, hasta la fecha no se han firmado los documentos de inicio de obras. Y la emergencia no sabe de tiempos administrativos, ha sido Formosa quien destino recursos propios para financiar los trabajos proyectados, que dada la contingencia debieron ser ampliados.
Y esto a partir de que se debió extenderse la prolongación de las defensas, que a diario aumenta a partir de la extraordinaria crecida, que desde El Quebracho a El Chañaral son casi 80 kilómetros, además de otra porción un poco menor desde el sector de la embocadura. “Son cinco frentes de trabajo que están en ejecución en cuanto a las defensas, un extraordinario despliegue de maquinas y recursos humanos en una tarea inconmensurable durante las 24 horas, defendiendo con todos los medios disponibles las poblaciones y sus bienes, y por supuesto las infraestructuras de salud, educativas, energía y agua potable; además de las explotaciones productivas”
Expuso la particularidad de que “estanos con una crecida extraordinaria, se está haciendo todo lo humanamente posible y con éxito. Hasta las lluvias locales nos están jugando en contra ya que tenemos un acumulado de 270 milímetros en el área de trabajo en los últimos diez días, dificultando el despliegue de maquinas, ahora recuperado en las últimas 48 horas”.
Las aguas bajan a raudales de la alta cuenca, los habitantes del territorio salteño están sufriendo enormemente la emergencia, los formoseños a pie firme defienden cada metro de su territorio. “Sabemos que tenemos la palabra nuestro gobernador, no nos dejara solos, como siempre está en las buenas y en estas época difícil, juntos venceremos a la adversidad, ya lo hicimos antes, ahora también”, expone un optimista Cain.