El Ministerio de Desarrollo Humano de la provincia recuerda a las familias que un buen desayuno ayuda al rendimiento escolar de los niños y a su correcto crecimiento.
La Dra. María Bernardita Obst, médica pediatra del centro de salud Ramón Carrillo de Clorinda explicó que el desayuno es la primera ingesta de alimentos que hace una persona después de haber estado varias horas descansando y por lo tanto en ayuna. Por ello, dijo que es fundamental realizar un buen desayuno, sobre todo para los niños y adolescentes que acuden a la escuela en horas de la mañana.
“Una buena alimentación, sobre todo en la mañana, permite que los más pequeños y jóvenes tengan un mayor rendimiento, no solo físico, sino también intelectual, sobre todo en la época escolar”, aseguró.
Añadió que los cereales son recomendados para una alimentación buena y saludable, ya que están enriquecidos en vitaminas y minerales. Por ello, como pediatra, recomiendo incluir los cereales en el desayuno junto a un lácteo y una fruta.
“El desayuno es una de las cuatro comidas diarias irremplazable “no debe saltearse y debe contar con nutrientes específicos como por ejemplo las proteínas que se encuentran en la leche y sus derivados, como por ejemplo: yogurt, leche, licuados, queso. Esto debe acompañarse de una porción de hidratos de carbono: pan, cereales y una pieza de frutas”, señaló.
“Para arrancar el día los chicos y adolescentes necesitan consumir alimentos que proporcionen energía suficiente, tanto para las funciones cognitivas requeridas en el proceso de aprendizaje, como las necesarias para su desarrollo físico”, dijo.
Otro punto importante que remarcó es tener en cuenta a la hora del desayuno de nuestros hijos es que si ellos desayunan en casa podemos controlar lo que comen, no solo en la cantidad, sino también en la calidad de esos alimentos.
“Debemos fomentar en ellos desde chiquitos el hábito del desayuno al igual que el resto de las otras tres comidas del día: almuerzo, merienda y cena, siempre a un mismo horario. Saltear algunas de estas comidas o no hacerlo a horario puede perjudicar la salud en general”, explicó.
Por último, dijo que “existe una incidencia directa entre el consumo diario de un desayuno balanceado y el rendimiento escolar. Esta importante comida del día debe aportar suficientes nutrientes que el niño requiere en su etapa de crecimiento, además de prevenir malos hábitos como el consumo de comidas chatarra y sus consecuencias que son, por ejemplo, el sobrepeso, la obesidad infantil e inclusive la diabetes en personas jóvenes”.