Un programa agrícola provincial para comunidades indígenas que el gobierno ejecuta a través del ICA (Instituto de Comunidades Aborígenes), alcanzo en este tiempo una expansión muy importante, sobre todo en comunidades del centro-oeste formoseño.
Sobre el particular, el presidente del ICA, Esteban Ramírez, explico que se tratan de acciones direccionadas a apoyar con carácter de subsidio a las diferentes labores productivas que se encaran en las distintas comunidades, desde la preparación del suelo, aporte de semillas e insumos, incluso acompañamiento técnico.
Dijo que a través de este programa en una de sus facetas, se viene acompañando a los productores con la preparación del suelo, entrega de semillas para auto-consumo y comercialización del excedente que consiste en simientes de maíz, zapallo, coreanito, sandia y melón.
Ramírez sostuvo que “todo lo que comprende este programa se desarrolla bajo la concepción de un subsidio puesto que no deben reintegrar bajo ningún concepto todos los aportes que reciben”, subrayando que “esto en el entendimiento de dar más a los que menos tienen, con el claro objetivo de brindarles efectivas posibilidad de desarrollarse en el lugar donde viven y de esa manera puedan mejorar sus condiciones de vida”.
Destaco el titular del ICA que “este programa agrícola, como otras políticas que tienen el carácter de estado a favor de los pueblos originarios, hicieron posible que en la última década y media han tenido un altísimo y favorable impacto en todos los determinantes sociales”.
Más de 110 hectáreas
Mariano Pérez, el director de la etnia wichi ante el ICA, es quien entre sus tareas está la de coordinar y monitorear el proceso de este programa en varias comunidades, que ya inicio con los acuerdos con municipios y Cedeva a fin de que se les aporte el combustible para la tarea de maquinas en la preparación del suelo.
Luego para que se cumplimente con el aporte de las semillas, de sandia, zapallo, coreanito, melón y maíz
Conto que en la última semana estuvo primero en Laguna Yema charlando con las familias (un total de 150) de las cuatro comunidad (Las Bolivianas, Cacique Yemu y Wichi Lawe, Simbolar) y luego en Ingeniero Juárez (comunidades de La esperanza, El Trebol, Campo Bandera, La Esquina, Tres Palmitas, Mistolar y Barrio Viejo) que alcanza a unas 200 familias, además de la Escuela Agro técnica de Sumayen en la comunidad de Laguna Yacare.
Pérez comento muy satisfecho que “están teniendo muy buenos rindes, y esta producción en casi un 70% lo veden (lo restante es para auto-consumo) en ferias y verdulerías de los pueblos. “Son más de 110 hectáreas de muy buena sandia y zapallo que están teniendo en las comunidades de esas zonas, lo mismo que el maíz y el melón, y ayuda muchísimo a la economía familiar”, expuso.
Comento acerca de la reunión mantenida con los caciques, pastores y dirigentes indígenas de esas comunidades, y se coincidió en estrategias tendientes a mejoras la producción, y además de alentar a los jóvenes a que se sumen a este programa y no se pierda esta creciente actividad de trabajar la tierra.
Destaco el aporte “fundamental” del estado provincial a través del ICA, comentando dos datos valiosos: Uno es que toda la producción esta georeferenciada para el mejor control y se pueda tener la certeza de que se sembró, aunque atendiendo a las particularidades climáticas de estas regiones, donde el periodo de lluvias no es similar al del este de la provincia.
Otra característica especial reside en que la totalidad de la producción orgánica, “no usamos ningún agroquímicos, con lo cual tiene doble valor la escala productiva”.