El diputado nacional del PJ, Luis Basterra expuso el preocupante proceso de desmalvinización de la actual gestión nacional y promovido por el imperio británico, exhortándose a retomar el camino de un país soberano para que no sea estéril la ofrenda de vida que hicieron nuestros jóvenes entre abril y junio de 1982.
Así lo expuso en el marco del acto central del Día del Veterano y de los caídos en la Guerra de Malvinas que presidio el gobernador Gildo Insfran frente al monumento que conmemora la fecha y que se erige en la intersección de las avenidas 25 de Mayo y Pantaleón Gómez, donde se testimonio a ex combatientes y familiares de formoseños caídos en la contienda bélica.
Evoco en sus reflexiones haber pasado “de la sorpresa inicial a la desazón tras escuchar el comunicado oficial de haber recuperado las Malvinas, a partir de haber iniciado una acción de guerra contra Gran Bretaña y la OTAN. Parecía un relato de ficción, más allá de la algarabía popular que se dio luego”.
Dijo que “lo ocurrido hizo olvidar la movilización de la CGT 48 horas antes con la consigna paz, pan y trabajo y con el cada vez más estruendoso: se va acabar, se va acabar, la dictadura militar…”, aludiendo a que “la desproporción de las fuerzas enfrentadas tendría un desenlace doloroso para nuestra patria: 649 combatientes argentinos murieron en batalla y más de 500 se suicidaron tras la culminación de las accione bélicas”.
Brindo un testimonio a los formoseños muertos en la contienda, tripulantes del crucero General Belgrano hundido por un submarino ingles, los cabos post mortem del ARA, Armando Rosa Verón y Roberto Antonio Báez, además, a los gendarmes Ramón Gumersindo Acosta y Víctor Samuel Guerrero.
Considero Basterra que “a 36 años de aquel 2 de abril, es una obligación rendir homenaje a quienes han dado lo más precioso que tiene el ser humano: su propia vida. Es menester darle significado a este sacrificio”.
Significo que “desde 1833 Argentina reclama la usurpación de nuestro territorio por parte del Reino Unido. El pirata ingles lo hace sobre el derecho de la fuerza y la prepotencia sobre un territorio a miles de kilómetros de su isla”. En la misma línea expuso que “para la nación argentina Malvinas significa la integración territorial irrenunciable. La Convención Constituyente de 1994 estableció un claro y preciso mandato respecto a las islas Malvinas, Georgia y Sándwich del Sur, al ratificarse la legítima e imprescriptible soberanía argentina, constituyendo un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino la recuperación de dichos territorios”.
Subrayo que “en 2012 se firma la “Declaración de Ushuaia” acordada entre todos los bloques parlamentarios argentinos donde se ratificaron los principios antes señalados. Además se rechaza la persistente actitud colonialista y militarista del Reino Unido que vulnera los derechos legítimos de Argentina, desconociendo resoluciones de la ONU instando a una solución pacífica, justa y duradera”
Para Basterra “está claro que la recuperación pacifica de las islas es una política de estado por mandato constitucional al cual están obligados todos los poderes constituidos, mas allá de quien eventualmente ocupe el gobierno”
La gran preocupación
Considero valido reflexionar sobre el estado actual de la soberanía, interrogándose: “Se circunscribe la soberanía a un territorio? Se resuelve con la sola recuperación de las islas? Tiene sentido hablar de soberanía en el siglo XXI?” A modo de respuesta expuso que “estanos convencidos que es imprescindible hablar de soberanía. Tanto en la capacidad de disponer de los territorios de la nación como espacio para el hábitat como en el aprovechamiento de los recursos naturales que sobre ella se asientan”.
Considera que “no hay territorios prescindibles en una Nación”, advirtiendo sin embargo que “la política del gobierno nacional actual nos genera una gran preocupación”.
Y en ese sentido expuso “el acuerdo firmado en septiembre de 2016 entre nuestra cancillería y el Reino Unido pone un paraguas que permite hablar de todo menos de la soberanía”, lo propio en “hablar de remover obstáculos al crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las islas, es decir a favor de los británicos usurpadores ejerciendo una fuerte presión para derogar las leyes argentinas que protegen nuestros hidrocarburos y la pesca en nuestros territorios”, con lo cual se adopta “una posición de sometimiento no acorde ni a los preceptos constitucionales ni a lo declamado por todo el espectro político argentino”.
“Paradójicamente los únicos dos genuinos avances en el ámbito internacional son consecuencia de la continuidad de las políticas llevadas adelante por los gobiernos anteriores. Esto es, la ampliación de la plataforma continental lo que tácitamente avala nuestra posición de considerar a las Islas Malvinas como territorio argentino y la identificación de los soldados identificados en Darwin”, pondero.
Hasta agrego que “nos preocupa desde lo simbólico que el secretario de Derechos Humanos de la Nación permita que su pasaporte sea firmado por la Oficina de Migraciones británica para ingresar a nuestro propio territorio”.
Planteo su rechazo a que “subsista el pensamiento de nuestro presidente que otrora dijera que las Malvinas serian un déficit adicional para el país. No queremos que la agencia oficial de noticias Telam llame Falkland a las Malvinas y que los familiares de los caídos “regresen al país”, porque en realidad nunca salieron de nuestro territorio al pisar Malvinas”.
“Nos preocupa el debilitamiento de la UNaSur, el vaciamiento de contenido del Mercosur y el abandono de la Celac. Todas acciones en detrimento de la unidad latinoamericana. Nos preocupa el abrumador endeudamiento externo disfrazado de reinserción en el mundo que nos avizora una creciente dependencia del poder financiero internacional”, advirtió.
Todo lo expuesto según Basterra “en la práctica es el concepto de desmalvinizacion, que planificadamente el imperio promueve para que sea estéril nuestra lucha, para que no se encuentre sentido a la ofrenda de vida que hicieron nuestros jóvenes entre abril y junio de 1982”.
Concluyo afirmando: “con la razón de nuestro lado, con el apoyo de los países de América Latina, con la clara conciencia de pertenencia a la patria grande, desde el reconocimiento a nuestra identidad nacional, nuestra respuesta debe ser preservar la memoria y comprometer la acción permanente de retomar el camino de una Argentina soberana, independiente, justa, solidaria y unida”.
Emociones
La ceremonia conto con la presencia del intendente Jorge Jofre, el titular del STJ, Ariel Coll, el presidente provisional de la Legislatura, Armando Cabrera, el Jefe de Gabinete de Ministros, Antonio Ferreira, el presidente del CESCIM, Miguel Delgado, ministros, diputados nacionales y provinciales, concejales, entre otras autoridades.
Tras la entonación de los Himnos Nacional Argentino y Marcha a Formosa se ofició una invocación religiosa, dando lugar al depósito de ofrendas florales al pie del monumento recordatorio y un minuto de silencio en homenaje a los caídos en la Guerra de Malvinas, cerrando la evocación con un pasaje de desfile cívico-militar.
Momentos cargados de emotividad al recordarse y homenajearse a los formoseños que dieron la vida en la gesta mavinense: Armando Rosa Verón y Roberto Antonio Báez, cabos primeros de la Armada Argentina, quienes perecieron en el hundimiento del Crucero General Belgrano; además del sargento ayudante Ramón Gumersindo Acosta y al sargento Víctor Manuel Guerrero, ambos de Gendarmería Nacional, también caídos en cumplimiento del deber.