El ministerio de la Producción y Ambiente acentuó en la última semana una serie de acciones tendiente a promover a la apicultura local, en este caso enmarado en lo que se dio en llamar “La Semana de la Miel”.
Justamente buscando promover el consumo de este producto en todo el territorio nacional, las provincias acordaron cada una realizar diferentes propuestas en su ámbito e incluso todas en una muestra que se llevo a cabo en la Capital Federal.
Desde la cartera Productiva se ratifico el apoyo a los procesos de comercialización de la miel y de agregación de valor a esta producción local. Esto por ejemplo se traduce en la puesta en marcha del fondo rotativo para la comercialización de miel, el fortalecimiento de las salas de extracción, la capacitación y asistencia técnica a los productores.
La provincia cuenta con características naturales que la hacen inigualable en cuanto a una vegetación de montes nativos ubicándose la mayoría de los apiarios a orillas de los ríos, en montes xerófilos, bosques en galerías, o en campos alejados de toda actividad humana sobretodo aquella relacionada a la agricultura de escaso avance en la provincia, lo que hace a la miel de características ecológicas u orgánica por naturaleza.
La responsable del programa Apícola de la esfera de Producción y Ambiente, Andrea Aignasse destaco la relevancia que implico la “Semana de la miel” para los productores apícolas formoseños, iniciativa propiciada por todas las provincias del país
Indico que enmarcada en esta semana, apicultores junto a técnicos del ministerio de la Producción y Ambiente estuvieron en escuelas del interior brindándose charlas. Asimismo, en una serie de
ferias, tanto en el interior, como la del PAIPPA en esta ciudad, se acompaño a los apicultores de pequeña escala quienes exhibieron sus producciones y explicaron las características en color y gusto de las diferentes variedades que se tiene en la provincia, además de otra exposición en la plaza San Martin ofreciendo sus productos. Se sumaron el INTI y la UNaF a través de sus técnicos que trabajan en el análisis físico-químico y organoléptico de las mieles.