El diputado provincial Roberto Vizcaíno aludió a la amplia tarea de reconstrucción que se lleva adelante desde el Gobierno provincial en las zonas damnificadas por la gran cantidad de sedimentos y barro que dejó la inundación producto de la descomunal crecida del rio Pilcomayo.
«Fue algo inusual que hace 40 años que no vivíamos, lo que transformó en una catástrofe las consecuencias que ha causado esta crecida», comenzó diciendo el legislador, informando que la semana pasada «tuvimos una reunión con los distintos ministerios, el intendente y concejales de Pozo de Maza y representantes de las distintas comunidades para poder conversar y evaluar, ya que las aguas del río Pilcomayo han bajado y debemos determinar el retorno a los lugares que se habían evacuado por precaución, como La Rinconada o Vaca Perdida».
Asimismo, refirió que «en los sitios que fueron más afectados, cuyas imágenes se viralizaron por las redes sociales, como Churcal, Madrugada, San José, Isla García, entre otras, hay prácticamente entre 80 centímetros y 1,20 metros de sedimentos, por lo cual es imposible volver a hacer habitables esos lugares», reconoció.
«Por eso hablamos de catástrofe, porque en esas zonas paralelamente al sedimento hubo prácticamente cinco cauces del Pilcomayo, es decir, la rotura de las defensas y el sedimento que colmató el cauce natural del río se transformaron en cinco cauces distintos, que fue donde -en un tramo de 40 kilómetros, a la altura de Puerto Yrigoyen- tuvimos que trabajar para volver a encauzar el río», puntualizó Vizcaíno.
Subrayó en ese sentido que «una de las tareas importantes y relevamientos que se han hecho desde el Gobierno provincial es ver qué obras tenemos que realizar, es decir, cómo trabajar en correderas y defensas con el río, porque no sólo que la gente no puede volver a esa zona, sino que hay que determinar dónde reubicar a las comunidades».
Advirtió que «ahí tropezamos con un problema, que es real y es económico, ya que se trata de obras que significarían una gran inversión, de las cuales indudablemente tiene que hacerse cargo el Estado Nacional».
Hizo notar que «así como sucede en Paraguay, que está trabajando en su canal y dragando a apenas un kilómetro o dos de llegar al Proyecto Pantalón, que es donde se dividen las aguas, donde es una política de Estado tomar las previsiones como país. El Gobierno Nacional tiene que hacerse cargo porque el río Pilcomayo no es sólo de los formoseños».