La provincia viene trabajando de manera activa en mejorar el segmento apícola a través de la cartera de Producción y Ambiente, a fin de consolidar la explotación y hacerla competitiva en el mercado.
De acuerdo a los datos recogidos en Formosa se cuantifican en 643 productores diseminados en las diferentes regiones apícolas de la provincia: la del oeste con 278 es la que mas apicultores alberga. Incluso en la macro-región centro-oeste se cosecha más de 91 mil kilos de miel. Aunque en general en toda la provincia se cuantifican en 864 la cantidad de apiarios y 24732 el total de colmenas y un global superior a los 250 mil kilos de producción tomando la totalidad de las regiones apícolas formoseñas.
Los datos se desprenden del informe proporcionado por la coordinadora del Programa de Desarrollo Apícola, Andrea Aignasse, que da cuenta de la existencia de una docena de salas de extracción existentes en todo el territorio: En El Potrillo. Lote 8 e Ibarreta funcionan dos en cada localidad, una móvil y otra fija en cada caso. En Villa Dos Trece, El Espinillo y San Martin Dos están activas una fija en cada comunidad, y finalmente en Ingeniero Juárez funciona una de carácter móvil.
Explico la especialista que “la apicultura sigue su desarrollo gracias al empuje de productores y empresarios, se posicionó entre las más importantes del mundo”. Agrego que “se destaca principalmente por la producción de miel, pero también es un importante productor y exportador de material vivo, de maquinaria y de insumos para el sector”.
“Desde la década del 80, nuestro país se consolidó como uno de los principales productores y exportadores de miel; internacionalmente reconocido por el volumen y calidad de su producción. La actividad, que ocupa directa e indirectamente a miles de trabajadores”, significo.
Indico que” en la región NEA Formosa se presenta como una provincia donde sus mieles se caracterizan por su pureza y variedad otorgada por las floraciones de los montes nativos, ofreciendo mieles multifloras de sabores y características únicas”. Dijo que se
cuenta con organizaciones apícolas y productores independientes que desarrollan la actividad, entendiendo a esta como una herramienta para el desarrollo y conservación de la biodiversidad. Destaco que “es una actividad que se complementa a la ganadería y forestación , además de aportar desde la polinizan de los cultivos implantados como las cucurbitáceas y producciones bajo invernadero”. Otro aspecto ponderado tuvo que ver con el hecho de que la apicultura permite obtener de las abejas no sólo miel sino también otros productos como cera, polen, propóleos y jalea real y apitoxina.