Uno de los primeros registros fósiles de la especie yaguareté (Panthera onca) de casi 10 mil años que fue hallado en las barrancas formoseñas del rio Bermejo tres años atrás, fueron recientemente publicados en una revista científica de Alemania
Este fósil presenta un excelente estado de conservación, y los paleontólogos del Conicet analizaron el material y los resultados.
Se trata del uno de los primeros registros de esta especie en el norte del páis y presenta un excelente estado de conservación, según indicaron investigadores del Conicet que participaron de los estudios.
Los resultados de los análisis al material fueron publicados recientemente en un artículo en Neues Jahrbuch für Geologie und Paläontologie, una revista científica de Alemania. De acuerdo a las estimaciones del equipo de investigadores -compuesto por integrantes de Formosa, Corrientes y La Plata-; se trata de un ejemplar que vivió durante la transición entre el Pleistoceno tardío y el Holoceno temprano.
Los restos del yaguareté fueron descubiertos en una de las márgenes del río Bermejo, a la altura de la localidad de Villa Escolar en la provincia de Formosa, por un equipo del Museo Provincial de Ciencias Naturales, dirigido por el arqueólogo Juan Friedrichs. Después del hallazgo y la extracción del material, que ocurrió en el año 2015, se dio aviso a paleontólogos del Centro de Ecología Aplicada del Litoral (Cecoal, Conicet – Unne) y de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la Universidad Nacional de La Plata, quienes iniciaron los análisis para determinar la antigüedad y las características del animal.
“Desde un principio supimos que se trababa de un carnívoro, algo que aparece con muy poca frecuencia en estos yacimientos, en los que sí abundan los fósiles de animales herbívoros, por lo que se trataba de un hallazgo importante. Después de los primeros estudios, pudimos confirmar que se trataba de Panthera onca, una especie de la que no se tenía registro fósil en esta zona”, destaca la becaria doctoral del Conicet en el Cecoal, Cecilia Méndez, una de las autoras de la publicación.
El excelente estado de conservación del material –consistente en un cráneo junto con la mandíbula completamente articulada, el atlas y el húmero- es una de las principales características de este ejemplar fósil. “La paleofauna asociada y las dataciones realizadas, permitieron determinar que tiene una antigüedad de entre 9.500 y 10 mil años. Esto nos ubica entre el Pleistoceno tardío y el principio del Holoceno”, explica el investigador independiente del Conicet en el Cecoal, Alfredo Zurita.
“En este primer trabajo se realizó una presentación y una descripción del hallazgo, pero el equipo de investigadores tiene previsto avanzar con nuevos estudios de estas piezas, con el objetivo de conocer otros aspectos referidos a la especie, que cobra actualmente una particular relevancia por su crítico grado de conservación en el norte de Argentina. Cabe señalar que la publicación también incluye información referida a un análisis fitolítico de los sedimentos, que estuvo a cargo de la becaria postdoctoral del Conicet en el Cecoal, Silvina Contreras, que permiten conocer más acerca de las condiciones de ese entonces y lograr una descripción general del paleoambiente.
Los restos fósiles del yaguareté seguirán siendo estudiados por el equipo de paleontólogos, a través de distintas técnicas y herramientas. “Una de las grandes novedades con las que empezamos a trabajar recientemente son las tomografías computarizadas, algo que está siendo muy usado en nuestra disciplina a nivel mundial y que, por primera vez, se está realizando en esta zona del país mediante un convenio que estableció el Conicet con el Instituto de Cardiología de Corrientes. Esta cooperación entre instituciones científicas y otros organismos del estado abre nuevos campos para nuestros trabajos de investigación”, destacó Zurita.
“Este hallazgo es muy relevante para la región y muestra la gran riqueza paleontológica que tenemos en esta parte del país. Cuando se habla de fósiles, muchos lo asocian únicamente con los dinosaurios que vivieron en la zona de la Patagonia, pero nuestra disciplina es mucho más amplia y existe una enorme diversidad de especies a estudiar, como las que aparecen acá”, finalizó Cecilia Méndez, quien desarrolla en su tesis de doctorado estudios de tafonomía y bioestratigrafía de los vertebrados del Pleistoceno tardío en las dos principales Formaciones del Nordeste argentino: Toropí – Yupoí, en Corrientes y Río Bermejo, en Formosa.