Mujeres que residen en la localidad de María Cristina, en la zona oeste de la provincia, fueron beneficiadas por un nuevo operativo de salud llevado a cabo por la Red Provincial de Ecografías y Laboratorio, dependiente del ministerio de Desarrollo Humano formoseño.
En este sentido, los profesionales trabajaron una vez más de manera articulada como lo hacen habitualmente con los distintos efectores que se encuentran a lo largo y ancho del territorio. En esta ocasión el trabajo mancomunado fue efectuado con los colegas del centro de salud de María Cristina para reforzar controles, estudios de diagnóstico por imagen y otros de laboratorio, y consejería.
Los equipos estuvieron conformados por ginecólogos, obstetras, pediatras, médicos, enfermeros, bioquímicos, técnicos en laboratorio y agentes sanitarios; quienes se enfocaron por un lado en la realización de ecografías para “la captación de nuevas embarazadas y el seguimiento de rutina (trimestral) que corresponde a las mujeres en gestación más avanzada”, comentaron los referentes a cargo.
A esto sumaron otros controles prenatales realizados por los obstétricos como: medición del crecimiento uterino, latidos fetales, tensión arterial, nivel de glucosa en sangre, peso de la embarazada, chequeo del carnet de vacunación y otros determinados específicamente por el profesional médico según cada caso.
Asimismo fueron concretadas ecografías a mujeres y hombres de distintas edades, según indicación médica; y fueron hechas las extracciones para los análisis de laboratorios solicitados “tanto en embarazadas, mujeres en general y a pacientes con diagnóstico de enfermedades crónicas (hipertensión, diabetes, trastornos renales y cardiovasculares) como parte del seguimiento, a quienes se tomaron muestras de sangre y orina”, detallaron.
Seguidamente fueron acentuados los controles pediátricos para los niños de la comunidad: mediciones antropométricas: peso, estatura y talla; chequeo nutricional completo; examen neuromotriz y otras evaluaciones clínicas y físicas establecidas para esta edad.
También se dio una charla desde la que se instó a las madres originarias a “incorporar la alimentación complementaria a la teta a partir de los 6 meses”, teniendo en cuenta que naturalmente estas madres alimentan a sus hijos con leche materna desde el nacimiento hasta casi los dos años “pero muchas veces hay un déficit nutricional porque no agregan los alimentos necesarios recomendados para los bebés a partir del medio año de vida”.