Ante la sesión de debate del proyecto de legalización del aborto en el Senado de la Nación, el sacerdote Sergio Castro, párroco de la Iglesia Catedral, significó que «pedimos el cuidado de toda vida, como nos dice el Papa Francisco, desde una defensa con pasión de la vida en todas sus etapas».
«Nuestro compromiso no es solamente hoy, levantar los carteles o los pañuelos, sino todos los días, ponerle el cuerpo a la vida, especialmente de aquellos más vulnerables que hoy son muchos, lastimosamente, en nuestro país», manifestó.
Hizo notar que «somos todos hermanos, de los pañuelos verdes, ya sean jóvenes o adultos, en nuestras propias familias hay personas que piensan distinto y creen que el aborto legal, seguro y gratuito es el único camino para una mayor justicia social para las mujeres. Pero creo que también vamos despojando a este proyecto de ley de todas mentiras, sobre todo, sobre lo que se ha parado desde el principio esta iniciativa».
«Y sobre estas mentiras se han parado también muchísima gente que está detrás con ideologías que son propias del neoliberalismo y un feminismo extremo que no nos hace bien tampoco, y eso es lo que queremos desarmar con nuestras propuestas y sobre todo tendiendo la mano», dijo el párroco, remarcando que «no podemos quedarnos quietos en este momento histórico. Salga o no la ley, nosotros tenemos que ofrecer la mano, una ayuda más».
Subrayó en tal sentido que «obviamente que tenemos que sintonizar con el Estado para ver de qué manera podemos ayudar mejor, cómo poder llegar a tiempo a muchas situaciones vulnerables y no vulnerables también, porque en este tiempo se ha atacado mucho la vulnerabilidad de las personas, especialmente de las mujeres más pobres, y creo que por ahí no gira el argumento. Argentina tiene para todos y es un país riquísimo, tenemos que poner en práctica más circularidad y más responsabilidad».
Asimismo, con respecto a la fiesta patronal de San Cayetano, Santo del pan y del trabajo, el sacerdote Castro señaló: «Estamos viviendo una época bastante difícil y dura para la clase social trabajadora y más vulnerable, con muchos despidos y mucha gente que se va quedando sin trabajo, muchas personas que buscan trabajo, jóvenes profesionales que día a día están pidiendo un lugar para empezar su sueño de trabajar y aportar a la sociedad».
«San Cayetano es un emblema -relató-. En Argentina su llegada se remonta al siglo pasado con los inmigrantes italianos y enseguida se lo asoció a la búsqueda de trabajo y pan. Fue un sacerdote con una visión muy moderna, él fue uno de los iniciadores de lo que hoy conocemos como los bancos, los ahorros, las cooperativas, organizó de tal manera su parroquia para que sea una gran cooperativa de trabajo para la gente más vulnerable. Tenía una visión de futuro y progreso del hombre, la mujer y los más pobres», finalizó.