“Resulta lastimosamente evidente que el Gobierno Nacional no tiene entre sus prioridades a los más débiles de nuestra sociedad. Todos los indicadores económicos y sociales señalan un estrepitoso fracaso de sus políticas, que golpean severamente a las clases medias y populares” alerto el vicepresidente de la Legislatura Provincial, Agustín Samaniego.
Expuso como “dato alarmante es el impacto negativo enorme que tiene sobre los jubilados y pensionados nacionales, que han sido, desde el primer día de esta gestión, variable de ajuste y victimas de recortes, disminuyendo sus ingresos en términos reales, eliminando beneficios y menguando derechos”.
Aludió a que “se calcula que han perdido en estos casi 3 años aproximadamente de 45 % del poder adquisitivo, ya que los aumentos en sus haberes han sido sensiblemente menores a la inflación general. Esto se agrava si analizamos que gran parte de sus ingresos son destinados a alimentos –canasta que está dolarizada-, a tarifas –que aumentaron de manera desproporcionada-, y a medicamentos, que en promedio, los másconsumidos por los adultos mayores, aumentaron su costo en más del 170 %”.
Incluso reprocho que “por si esto fuera poco se produjo un ajuste feroz y con despiadado criterio exclusivamente financiero de la obra social de los jubilados, recortando prestaciones esenciales, cobertura de medicamentos, retrasando pagos, etc. con las consecuencias directas en la calidad de vida, en la morbimortalidad, y en la profunda angustia de millones de jubilados que ven como no son asistidos en sus dolores y enfermedades”.
Samaniego sostuvo que “los afiliados al PAMI de nuestra provincia no escapan a esta políticas de ajuste y abandono. Con innumerables excusas por parte de los funcionarios responsables, que comprenden culpar a las farmacias, a las sanatorios, al gobierno provincial, a la burocracia, y por supuesto a la “gestión anterior”-que muchas veces no se sabe si se refiere a su correligionario despedido a los pocos meses de asumido-, se intenta exculparse de la magra gestión y del sufrimiento a los que se somete a miles de formoseños”.
Lamento que “se festeja un supuesto, y realmente dudoso, superávit del PAMI como si fuera una empresa privada y como si cada uno de los jubilados fuera un número en una tabla de Excel que hay bajar de cualquier modo. Esta es la cara más dramática y salvaje del ajuste, que no solo no se detendrá, sino que prometen profundizar”
Finalizo diciendo que “ante este escenario, el gobernador Gildo Insfran ha enviado un mensaje claro y contundente, que procura disminuir la aflicción y penosa incertidumbre de los afiliados y sus familias, señalando que no los va abandonar y que la red sanitaria, como lo reconocen los propios funcionarios del PAMI local, de un marcado aumento de prestaciones realizadas en estos dos años y nueve meses, siempre estará dispuesta para suplir las desatenciones y desamparos a los que son sometidos”.