Con el encuentro de dancistas que protagonizaron en la comunidad pilaga de Campo del Cielo, más de medio millar de aborígenes de diferentes etnias y provenientes de varios puntos de la provincia y de la vecina Chaco, se recrea un rito ancestral indígena cargado de simbolismo.
Esta ceremonia que se inicio el viernes y se extenderá todo el fin de semana, tiene al cacique pilaga Delfín García como principal impulsor, quien explica que a través de la danza y oraciones “pedimos por un buen futuro y que la gran crisis argentina pase y que libere a nuestros jóvenes es de las amenazas del mundo moderno”.
Expuso que “por supuesto agradecer a nuestro gobernador (Gildo) Insfran que siempre esta acompañándonos”, por ejemplo en esta celebración cargado de simbolismo y que pondero “contribuye a mantener nuestra identidad indígena”.
Niños, jóvenes y adultos se involucran fuertemente en esta ceremonia que reviste un carácter especial, tanto por las vestimentas coloridas que lucen cada agrupación de danza como por los ritmos que recrean, además de las oraciones de los diferentes oficios religiosos a lo largo de las tres jornadas.
Los actores de las diferentes ceremonias de danzas y cantos pertenecen a diferentes pueblos originarios, y varios pasajes se remontan a tiempos inmemoriales.
“Estamos en un mundo muy distinto al pasado que viviéramos nosotros cuando éramos jóvenes, y si bien hay cosas buenas, está al acecho todo tipo de adicciones como el alcohol y otras cosas que dañan mucho”, advirtió el cacique y partir García.
Significo que “es de personas de bien ser agradecidos, por eso estamos dando nuestra gratitud al gobernador Insfran, al Jefe de Gabinete, Antonio Ferreira, al ministro de Planificación (Daniel) Malich, por la luz que nos trajeron, las viviendas, la escuela y tanto respaldo en todo sentido, para que cada familia viva mejor. Por siempre este pueblo pilaga reconocerá a nuestro gobernante quien siempre se acuerda del más humilde y nos cambio la vida”.
Forman parte de la ceremonia cuatro diferentes etnias que habitan en la provincia, porque de acuerdo a lo expuesto por el pastor líder, Delfín García, “acá no hay distingos, somos todos formo seños, todos unidos en torno a la iglesia”.
Justamente García, dijo que la zona de Campo del Cielo es bendecida por Dios, ya que su emplazamiento en pleno corazón del bañado La Estrella la hace privilegiada. Justamente este líder aborigen fue uno de los férreos defensores de la obra hidrovial de la ruta 28, de la cual dice sentirse orgulloso al apreciar como lo que tanto él como otros caciques y pastores respaldaron hoy es una realidad y ha transformado para bien a quienes habitan esa región formoseña.
Esta Iglesia congrega a comunidades situadas a la vera de la ruta 81, entre Ingeniero Juárez a Bartolomé de Las Casas en el centro provincial, además de las regiones de Pozo Navagan, San Martin Dos, Pozo Molina, La Esperanza, Lote 27, La Bomba, La Pantalla, Colonia Muñiz, El Descanso, entre otras.