Durante la inauguración de la plazoleta «Soldado Hermindo Luna» en la localidad de Lamadrid, en un acto que presidio el gobernador Gildo Insfrán se conoció el secreto del Poder Ejecutivo por el que se había tomado la decisión de imponerle el nombre del fallecido soldado.
El instrumento que lleva la firma del mandatario señala que «Los formoseños hemos honrado a las personas que con su testimonio de vida han sabido encarnar los valores propios de nuestra identidad cultivados por la comunidad y transmitidos en el seno familiar generación tras generación».
Resalta que «estos valores se fundan en el amor a nuestra tierra y a las personas que la habitan y que Hermindo Luna, hijo de esta tierra, nacido el 10 de julio de 1954 en Lamadrid demostró que nuestros valores raigales se imponen ante toda adversidad materializándose en la humanidad de este joven su compromiso leal para con sus compañeros y para con sus ideales».
Señala el decreto que el gesto humilde, valiente y potente del soldado Hermindo Luna enorgullece a sus compueblanos y a la comunidad formoseña en general que lo recuerdan con emoción y honran su memoria para inmortalizarla en el tiempo.
Hace mención también a una frase que quedo para la historia: «Aquí no se rinde nadie» y al hecho que el gobierno provincial , año tras año ha honrado la memoria de sus héroes formoseños del 5 de octubre, considera necesario rendirle un justo homenaje al nacido en esta tierra imponiendo el nombre Soldado Hermindo Luna a la plaza de esa localidad.
El gobernador comento en el acto que a través de su amigo Tito Luna se había enterado que Hermindo había nacido en Lamadrid.
Creía que nació en Las Lomitas porque tuve el honor y el gusto de conocer también a Jesús Esteban Luna quien aparte de ser concejal fue congresal del Partido Justicialista, un militante de ley.
«Esta no es una palabra de ocasión, es una palabra de sentimiento», manifestó.
Hermindo nació el 10 de julio de 1954, cuando el rio Pilcomayo todavia estaba presente en esas comarcas.
Lamadrid no tenía Registro Civil y por eso lo anotaron en el de Bajo Hondo. Allí lo inscribieron el 5 de octubre de 1954.
El destino quiso que Luna muriese el 5 de octubre de 1975 en el Regimiento 29 de Infantería de Monte donde cumplía con el servicio militar y estando de guardia, un domingo, tuvo que soportar junto con otros compañeros el ataque de un grupo de subversivos que intento el copamiento de la unidad, objetivo que no llegaron a cumplir por la tenaz y valiente resistencia de los militares.
Señalaba Insfrán que el desencuentro entre hermanos había llevado a esa catástrofe razón por la cual los formoseños tienen la obligación de recordar y hacer recordar a todos los argentinos que la solución de cualquier problema en el país no es la violencia sino el encuentro, la unidad, el amor y la alegría, es la revolución en paz.
Reconoció que la situación imperante en el país no es la mejor y además entiende que la política económica que se lleva adelante desde el gobierno nacional no augura cosas buenas.
Por eso es que insistió que desde Formosa y tomando como ejemplo lo que ocurrió el 5 de octubre de 1975, tenemos la obligación de recordarnos y de hacerles recordar a todos los argentinos que la solución de cualquier problema en la Argentina no es la violencia sino el encuentro y la unidad.