Las copiosas lluvias de las últimas semanas en gran parte de la cuenca del río Pilcomayo, genera preocupación de antemano a un mes y medio del inicio del ciclo de aguas altas del curso, sobre todo a partir de la catástrofe en una vasta zona del extremo oeste producto de la anterior crecida.
Así lo revelo el diputado provincial Roberto Vizcaíno, admitiendo que existen comunidades que no serán reconstruidas porque han quedado sepultadas con más de un metro de sedimento en las extraordinaria inundación anterior. “Es imposible retornar a estos sitios y hacerlos habitables, porque a diez centímetros por debajo del terreno firme existe es una suerte de pantano enterrado, lo mismo que en las casas y edificios públicos”, afirmo.
Dijo que el escenario social es complejo, aunque existe un estado provincial presente en todo momento, “acompañando a los grupos de 15 a 18 familias que fueron buscando donde reubicarse en esta que es la época de siembra y de aprovechamiento del algarrobo”. “Aunque les aclaramos que no existe el 100% de seguridad en sus nuevos sitios de asentamiento, porque el rio tiene un comportamiento impredecible, no obstante de la firmeza en el compromiso de trabajar para su resguardo, tanto en las defensas como en las correderas de escurrimiento de las aguas”, expuso.
Dijo que “estimamos que tendremos problemas, y las obras apuntan a mitigarlos, por ello es que resulta complejo definir nuevos asentamientos”, señalando que “hay poblaciones importantes de referencia como Vaca Perdida y La Rinconada que no fueron afectadas, y en ambas jurisdicciones estamos reforzando los anillos de defensas, en otros lugares se ejecutan tareas puntuales que son necesarias”.
Vizcaíno sostuvo que “esperamos que no se repita la catástrofe del ciclo pasado en los meses de febrero y marzo donde tuvimos picos de hasta 7000 metros cúbicos por segundo, cuando años anteriores no llegaron a los 2000 m3. Pero ante lluvias tan importantes que se están dando ya ahora, existe una preocupación de lo que pueda darse más adelante”.