La visita del gobernador Gildo Insfrán a parajes situados en pleno bañado La Estrella, como Bajo Hondo y Alto Alegre, tuvo como uno de sus facetas salientes, el compartir con criollos nonagenarios, testimonios vivos de la “formidable transformación” de Formosa en general y esa zona en particular.
“Cien años para la vida de un pueblo no es mucho, pero hay que vivirla”, dijo el primer mandatario en la Escuela 30 “Comandante Luis Piedrabuena” de Bajo Hondo donde concurrió a compartir con los lugareños el centenario de esta institución. Y poco antes estuvo en la cercana Alta Alegre, donde al inaugurar el jardín de infantes 39, recibió la “gratitud por siempre de un pueblo sencillo, leal y digno, que sabe reconocer a un gobernante que nos genero las condiciones para que vivimos mejor”.
Insfrán recordó su permanente preocupación y ocupación para que: “cada formoseño, nazca donde nazca, tiene el derecho a desarrollarse en su propia tierra”. Y en ese sentido considero que “no eran solo palabras”, entendiendo que el presente actual de Bajo Hondo y de otros parajes de la zona, era la mejor certificación del “cumplimiento de ese compromiso asumido”.
Muchos ex alumnos, como Inocencia Gauto de 92 años, su hijo Lorenzo Orellana de 62, y otros criollos con varias décadas encima viviendo en el lugar, son los mejores “testimonios” de la transformación que ha tenido la zona, expuso el director Hugo Rojas. “Nosotros somos los mejores declarantes, porque vivimos acá hace mas de 50 años, sobre la enorme transformación que se dio en estos últimos 15 años, esto que estamos disfrutando es algo que queda para la historia de nuestra región tan castigada por el clima”, dijo Orellana mientras miraba a su madre que fue una de las primeras alumnas de la centenaria institucion.
Desde la escuela, el centro de salud, los caminos, desde el año pasado la energía eléctrica durante las 24 horas y la conectividad, son distintivos de que ese tiempo pasado de enorme sacrificios fue quedando atrás.
“Esto es crear las condiciones para que cada formoseña, en el rincón más recóndito, pueda desarrollarse en familia y ser mas prospero”, sostuvo Insfran.
Coincidió con los lugareños y docentes acerca de las severas precariedades de tiempo atrás, sobre todo por imponderables climáticos (irregular escurrimiento del río Pilcomayo) que les generaba todo tipo de dificultades, sobre todo tuvieron que relocalizarse en un par de oportunidades y con nombres como Fortín César Chávez y Pozos de las Viejas, para llegar finalmente al actual Bajo Hondo, evoco el mandatario.
“Ustedes tienen que sentirse más orgullosos que nadie. Porque en este lugar, un 5 de octubre de 1954 fue inscripto en el Registro Civil, Hermindo Luna, héroe formoseño”, enfatizo el gobernador.
El director Rojas afirmo que “nos sentimos muy acompañados por el gobierno de la provincia”, aludiendo a la “alegría, entusiasmo y sobre todo al ver el compromiso permanente del doctor Insfran”. Conto que la escuela primaria cuenta con 11 alumnos y el jardín de infantes con 8 niños, algunos de ellos residiendo con sus padres distantes a siete kilómetros, llegando a caballo o moto.
“Nada es fácil acá, por el tema de la distancia, por eso el acompañamiento y el apoyo que recibimos desde el Estado provincial y las autoridades educativas es fundamental. Todos unidos y tirando todos para un mismo lado las cosas se hacen más fáciles de llevarlas a cabo”, expuso.
Destaco el “fuerte respaldo” del estado pese a la baja matricula, al punto que “tenemos centro de salud, luz eléctrica todo el día, ahora Internet, caminos y apoyo a los productores. Muchos de los viejos pobladores jamás habrán imaginado que esta transformación seria una realidad”.