En el Día Internacional del Síndrome de Asperger, desde la asociación civil Puente de Esperanza hicieron hincapié en la importancia de concientizar sobre este trastorno del comportamiento que afecta la capacidad de socializar y comunicarse correctamente.
El 18 de febrero se conmemora el Día Internacional del Síndrome de Asperger, fecha que coincide con el aniversario del nacimiento de Hans Asperger (18 de febrero de 1906), psiquiatra austríaco que describió por primera vez el síndrome.
El Síndrome de Asperger (SA) forma parte de los Trastornos del Espectro del Autismo (TEA). Es un trastorno del neuro-desarrollo por el cual el cerebro de la persona con SA funciona de manera diferente a la habitual, especialmente en la comunicación e interacción social y en la adaptación flexible a las demandas del día a día.
Lisa Aquino, integrante de la asociación Puente de Esperanza, dijo que «el objetivo principal de esta fecha es concientizar sobre el síndrome», relatando que a los doce años le diagnosticaron el síndrome de Asperger.
«De chica, tuve una infancia difícil, no me integraba con los demás, los primeros que notaron eso fueron mis padres -contó-. Sabían que tenía algo, pero de siempre trataron de que yo me sintiera bien. La primaria me fue difícil, tuve muchas dificultades de integración».
Señaló que a partir de ahí «mis padres investigaron un poco más sobre el tema y se dieron cuenta de que lo que yo tenía no era nada grave y que muchas personas que dejaron su huella en el mundo tenían Asperger».