Desde el Ministerio de Desarrollo Humano de la provincia crece la preocupación porque pese a los reiterados reclamos de envío de las dosis requeridas para la población objetivo en la provincia, desde el Ministerio de Salud de la Nación y Acción Social, “no se tienen respuestas concretas”.
Es por ello que se alerta a la población que “próximamente traten infructuosamente, hacerse de distintas vacunas incluidas en el calendario nacional de vacunación”.
Detallaron que se trata puntualmente de la vacuna antimeningocóccica, que desde agosto pasado el Ministerio de Salud de la Nación, suspendiera la dosis única que se da a los 11 años. “La situación ha empeorado y ya casi no se cuentan con dosis para los lactantes de 3, 5 y 15 meses de edad”, aseguran desde salud pública.
La infección por Neisseriameningitidis (meningococ) es una enfermedad grave y con alto riesgo de secuelas irreversibles, principalmente neurológicas.
La enfermedad meningocócica invasiva es reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un problema significativo de salud pública en muchos países del mundo. Se presenta clásicamente como meningitis, bacteriemia, sepsis o meningococemia. El organismo reconoce la importancia de esta enfermedad y la utilidad de la vacunación como medida de prevención primaria.
Retroceso
La comunidad médica de la salud pública provincial se manifiesta preocupada y lamenta el retroceso que se origino en materia de salud con el retiro de vacunas por parte de Nación.
“Hoy resulta paradójico el logro de la gestión anterior, la amplitud del calendario nacional de vacunación en lo que hace a la prevención de enfermedades y los rangos etarios contemplados, es motivo de orgullo entre los especialistas que lo distinguen como uno de los más completos del mundo. Pero el actual gobierno se encargó, que uno de los calendarios de vacunas más robustos del planeta, hoy no disponga de algunas de ellas”, plantearon desde la cartera provincial.
Continuaron que “técnicamente, lo que los equipos de vacunación hacen frente a la falta de insumos es priorizar a los grupos de mayor riesgo, pero esa priorización atenta contra la calidad del esquema de vacunación que la Argentina se alza como uno de los mejores de América, pero que definitivamente si empezamos a no cumplirlo, generará problemas”.